Dembélé y Arturo Vidal, como ejemplos

Arturo Vidal y Dembélé están 'on fire' entre la afición

Arturo Vidal y Dembélé están 'on fire' entre la afición / sport

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

A falta de buen fútbol, que es lo que está faltando últimamente en el Camp Nou, los aficionados saben apreciar la voluntad, coraje y actitud de los jugadores. Miren a Dembélé, que ha dado la vuelta a la tortilla a una situación personal complicada. Al chaval, digo chaval porque tiene 21 años, se le puso en el disparadero desde el propio club; le señalaron los compañeros, le castigó el entrenador y nadie le defendió. Se le hizo pasar por poco menos que un irresponsable y un indisciplinado. Falto de madurez, se llegó a insinuar. Pues bien, el tío ha reaccionado con muchísima madurez. Le ayuda el talento que tiene, que es extraordinario, pero si al talento no le acompaña la actitud, no hay nada que hacer. Y Dembélé le ha plantado cara a la adversidad. Goles, asistencias y puntos para el equipo. Y verticalidad a la velocidad de la luz, regates y espectáculo, que es lo que la gente quiere. En los últimos partidos ha participado más que nunca, ha demostrado su habilidad con los dos pies y un remate más que notable. La afición le aplaudió a rabiar el domingo ante el Villarreal. Ya ha conectado con el alma del club. Va por el buen camino. 

Pitos que son aplausos

Otro caso es Arturo Vidal. Este ya no es un chaval, sino todo lo contrario. Se supone que la adaptación no debería ser un problema a su edad y, sin embargo, hace un par de meses parecía que lo suyo con el Barça no iba a ser precisamente una historia de amor. El chileno no está tocado por la magia del talento y la técnica deslumbrante, lo que siempre es un hándicap en el Camp Nou. Es un guerrero y si un guerrero no guerrea en el campo y sí en el entorno, en las redes sociales, como en su momento guerreó, lo tiene crudo con la afición blaugrana. Vidal también ha reaccionado. Mete casta en los partidos, aprieta al contrario, ayuda a las figuras, aparece por todas partes. La afición lo ha detectado y se lo ha premiado. Los pitos con los que respondió a su cambio contra el Villarreal fueron más que significativos, los barcelonistas ya le consideran importante en el equipo, titular por méritos propios, que es lo mejor que podía pasarle.