Dembélé tiene 72 horas para salir

Ousmane Dembélé, durante un entrenamiento

Ousmane Dembélé, durante un entrenamiento / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Todo gira en torno a Dembélé. Para bien o para mal, el mercado de invierno del Barça está absolutamente condicionado por la decisión que tome el delantero francés sobre su futuro inmediato. Los representantes del jugador se reunieron con Xavi para buscar una salida a la crisis. Y el técnico insistió en el discurso del club: o renueva o tiene que marcharse antes del 31 de enero a las 12.00 de la noche. Quedarse en el Camp Nou sin ampliar su contrato no es una opción para el Barça… aunque sea la mejor opción para los agentes del futbolista, que así podrían embolsarse una suculenta prima de fichaje de 40 millones de euros (20 para ellos y 20 para Dembélé). El Barça necesita que renueve (a la baja, claro) o se vaya ahora para rebajar la masa salarial y así poder inscribir a los fichajes que se están trabajando: Morata y un lateral (Grimaldo o Tagliafico). Adama, afortunadamente, parece que entra dentro del ‘fair play’ gracias a que viene prácticamente gratis...

Dembélé (de quien Laporta dijo que era mejor que Mbappé y a quien Xavi auguró condición de número 1 del mundo en su posición) es ahora un gran problema. Al que hay que encontrar una solución en las próximas 72 horas. Tres días para que la situación no colapse, el problema sea aún peor y el Barça se vea abocado a tomar otra compleja decisión: qué hacer con Dembélé si no renueva y se queda. Existe la opción de mantenerle el castigo hasta el 30 de junio, aunque tenerle cinco meses en la grada sin haber fichado un recambio penalizaría deportivamente a un Barça que ya va muy justo de argumentos ofensivos. 

El hecho de que Dembélé bloquee totalmente el mercado de invierno es un tremendo hándicap para un Barça que necesita refuerzos para alcanzar los objetivos de mínimos de esta temporada: clasificarse entre los cuatro primeros de la Liga y luchar por el título de la Europa League. Sin fichajes, todo será más difícil. Por no decir imposible. Ya estamos viendo el pobre rendimiento del equipo blaugrana, que ni funcionó con Koeman (solo 5 victorias en 13 partidos) ni está funcionando con Xavi (6 triunfos en 14 encuentros). Al nuevo técnico le faltan futbolistas para completar la revolución en el equipo, porque los jóvenes (a pesar de su talento) no pueden asumir tanta responsabilidad. Son el futuro. Pero falta presente para solventar las urgencias más inmediatas. De ahí la importancia de incorporar jugadores con más experiencia y de rendimiento inmediato como Adama o Morata… Todo está en manos de Dembélé.