LA ÚLTIMA

Demasiados regalos

Lluís Mascaró

CLAVE 1 

Cuatro años, tres meses y 22 días. Anoche acabó la condena del Madrid. Llevaba siete partidos consecutivos sin poder ganar al Barça en el Bernabéu. Histórico. Impensable cuando el 7 de mayo del 2008, el equipo blanco goleó por 4-1 al conjunto blaugrana que entonces entrenaba Rijkaard. Aquella derrota, durísima, supuso el fin de un ciclo y el inicio de la era Guardiola. Desde entonces, 14 títulos. El Bernabéu se había resignado a contemplar las exhibiciones del Barça, con cinco victorias (alguna tan dolorosa como el 2-6) y dos empates de los culés. Anoche, finalmente, el Madrid consiguió un triunfo que le negaba la superioridad futbolística blaugrana. Por los pelos, sí. Agonizando. Pero la Supercopa fue para el equipo de Mourinho.

CLAVE 2

Al enemigo, ni agua. Y al Madrid, menos. Hacer los regalos que ha hecho el Barça en esta final de la Supercopa se paga muy caro. Carísimo. Primero fue el error de Valdés en el Camp Nou que dio vida al equipo de Mourinho. Y ayer, los fallos garrafales de Mascherano (ante Higuaín) y de Piqué (frente a Cristiano), que permitieron que los blancos se pusieran con un 2-0 en el Bernabéu en solo 18 minutos. Si a ello le añadimos la absurda expulsión de Adriano, nos encontramos con un Barça `groggy¿ en solo media hora. Un Barça que salió a jugar sin intensidad y con una empanada física y mental como hacía tiempo que no habíamos visto. Afortunadamente, Messi metió a los blaugrana en el partido con un impresionante lanzamiento de falta. Prodigioso.

CLAVE 3

Un final épico, jugando más de una hora con solo diez hombres, mereció mayor recompensa. El Barça tuvo en las botas de Pedro, de Tello, de Messi... la posibilidad de empatar y conquistar el título. Pero, en esta ocasión, la fortuna fue esquiva. Apelar ahora al orgullo blaugrana no es un consuelo. El equipo de Tito Vilanova no se dio por vencido ni en el tiempo de descuento. Aunque no sirve para nada. Sirve, tal vez, para aprender la lección. No se puede salir a jugar al Bernabéu con tan poca concentración. El Madrid es bueno. Muy bueno. Y no perdona. El Barça pudo ganar esta Supercopa (mereció ganarla), pero no supo hacerlo. No pasa nada. Como diría el propio Mourinho, lo que de verdad importa es la Liga. Y la Champions.