Demasiadas adversidades para el Barça

Pangos fue uno de los 'culpables' de la derrota de su exequipo

Pangos fue uno de los 'culpables' de la derrota de su exequipo / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

FALTÓ FUERZA AL FINAL

<strong>No se presentaba nada normal el partido ante el Zenit. </strong>Excesivos problemas- positivos, confinamiento, falta de entrenamiento-, presagiaban que el duelo plantearía muchas dificultades. Y, al final, fue así. El Barça salió con ganas al partido, pero durante escasos minutos lo vimos jugar con alegría y libre de presiones. También es verdad que Xavi Pascual, consciente de sus limitaciones, supo hacerse con el ritmo del encuentro en la segunda parte. Un básquet más trabado, con dureza defensiva, sin contraataques, y no permitiendo a los blaugranas sentirse cómodos en la pista. Anotando 70 puntos no es fácil ganar. No obstante, el Barça llevó la iniciativa casi durante todo el partido, es mejor equipo, pero le faltó fuerza en el último cuarto. Entonces vimos a unos jugadores algo cansados y con pocas ideas. La ausencia de Jasikevicius en el banquillo tuvo su influencia. El carácter ganador del técnico se contagia, en especial en las situaciones críticas.

DEFENSA Y ROTACIONES

El Barça no pudo controlar a hombres como Poythress, Pangos y Baron. Un jugador por posición que desarbolaron en acciones individuales a la defensa blaugrana. Entre los tres sumaron 47 de los 74 puntos de su equipo. El Zenit repartió la mitad de asistencias, pero no le hicieron falta ya que en el 1x1 fue muy superior. Se echó de menos un juego más colectivo por parte del Barça. Cabe decir, por otra parte, que me sorprendió la gestión de las rotaciones. Jugadores como Abrines, estuvo bien pero con pocos minutos, o un Heurtel que casi no existió, o la apuesta por jugar sin base y sin cinco durante bastantes minutos, creo que desconcertaron al equipo. También es cierto que la singularidad del encuentro pudo provocar una falta de concentración que provocó que los blaugranas rindieran por debajo de sus posibilidades. Sin duda que el Barça compitió. Y que aprovechó en muchas ocasiones las ventajas físicas bajo el aro del Zenit. Pero fue poco bagaje.

La clave: el Barça se desdibujó ante el ritmo trabajado del Zenit San Petersburgo.