El delirante debate de la vuelta de Casillas

Iker Casillas es un jugador único, irrepetible, el que más veces ha vestido la camiseta de la Roja y el Santo que frenó a Robben en el mano a mano para ganar el Mundial 2010. Pero su tiempo en la selección ha pasado. Es ley de vida. Del mismo modo que Iker relevó a Zubizarreta y Cañizares, ahora es momento de la nueva hornada que encabezan De Gea, Kepa y Pau López. Sin olvidar otros grandes porteros, como Asenjo o Pacheco, que en cualquier momento también podrían tener cabida. Pedir ahora su regreso es una involución y hacer un flaco favor al nuevo proyecto de Luis Enrique.

La titularidad de De Gea es cuestionable, aunque no fue el culpable ni mucho menos de la derrota en Zagreb, pero reclamar a Casillas es un ejercicio de nostalgia que no tiene razón de ser. La prensa madrileña lo ha solicitado con fuerza, igual que pidieron su titularidad para la Euro’16, agitando un debate innecesario. Casillas tampoco da el paso al lado y se sigue ofreciendo. La situación solo puede crear incomodidad, aunque tratándose de Lucho, cuanto más le presionen, más difícil lo tienen.