Del compromiso de Guardiola con el fútbol espectáculo a un Barça desconcertante

Guardiola felicitó a Sterling

Guardiola felicitó a Sterling / AFP

César L. Menotti

César L. Menotti

Las eliminaciones de Champions del Manchester City y del Barcelona reavivaron el debate sobre los estilos de juego y la efectividad. Y una corriente negativa se apoderó del debate. Es un debate que no sirve. No hay una única manera de ganar que garantice el éxito. 

Lo realizado por Pep Guardiola es muy destacable para los que estamos parados en la vereda en la que consideramos que el fútbol tiene que tener una relación muy estrecha con el espectáculo, con el equipo y con su público. El City de Pep juega bien y gana. Cuando se pierden dos partidos como los que le tocó perder en Champions frente al Liverpool se sobredramatiza. He escuchado cada barbaridad de tal tamaño como que había comprado defensores y le habían hecho tres goles. Entristecen las respuestas de algunos periodistas que reducen el análisis futbolístico al resultado.

Por el espectáculo no se puede hacer más de lo que hace Guardiola. Su equipo se consagró campeón sacándole 16 puntos al Manchester United, su perseguidor. Solo perdió dos partidos, y su equipo marcó en la temporada 93 goles y solo recibió 25. 

Se puede perder jugando como lo hace el Manchester City, pero también se puede perder como juegan los equipos de Mourinho y Simeone, porque el azar juega su rol también. 

A mí no me interesa los títulos que gane Pep, aunque revalidan su apuesta futbolística. Su equipo está realizando una campaña tan espectacular que ya se ha hecho con dos títulos en Inglaterra.  En particular a mí me interesa el modo como ganó los partidos apostando siempre por un fútbol honesto, arriesgado, comprometido con el buen juego y con el espectáculo. Siempre con un trato respetuoso con la búsqueda del resultado, sostenido en las ideas y sin especulaciones. Lo que celebro entonces es una lealtad al juego como pocos y que se revalide el mensaje que se puede jugar bien y ganar porque no es fácil ganar faltando 5 jornadas en la Premier League que es la Liga más competitiva.

Su equipo no tiene grandes estrellas. La figura es el gran equipo y el mérito de Pep es haber transformado a muy buenos jugadores en jugadores excelentes para su idea de juego. Me da vergüenza aprovechar el éxito para el elogio, porque como ya dije en otras veces aunque no ganara un título ya habría valido el trabajo de Guardiola cumplido a pesar de las derrotas frente al Liverpool. 

La eliminación del Barcelona es un golpe duro. No podría explicar por qué perdió. Digo que perdió de angustia. Faltaban por jugar sesenta minutos y no hubo una reacción para remontar una serie que tenía ganada en el primer partido y por la abultada difierencia de gol. Fue una tarde desgraciada ante un adversario que hizo las cosas bien. Me resulta complejo explicar por qué el equipo culé tuvo noventa minutos tan apáticos. Desarmado en la idea con los cambios. Estratégicamente y mentalmente el equipo se desarmó y perdió sentido colectivo. Y pasó a depender de la lucidez individual. El responsable es el equipo. En la Liga está a once puntos de su perseguidor pero los partidos hay que jugarlos. La tiene en un noventa por ciento ganada pero no puede relajarse. Volviendo a jugar bien, a encontrarse como equipo y a apostar por la jerarquía de los cinco o seis futbolistas que sostienen la idea, el equipo culé puede coronarse con un nuevo título de Liga.  

Respecto a Messi es muy difícil hacer una evaluación. Yo sentí que el equipo estaba destrozado y sin reacción. Perdió la solidez colectiva. Lo vi sorprendido porque no le salían las cosas. Se transformó en un equipo con poca reacción y esta vez ni el crack pudo resolver la encrucijada. 

Si me preguntaran qué equipo veo favorito para ganar la Champions, no dudo. Es el Real Madrid porque tiene una personalidad y un oficio para competir que es muy destacable. Más allá de la polémica del penalti, que uno lo puede mirar de mil maneras. Si el árbitro dio penalti lo fue y no se puede discutir. La acción de riesgo que asume un futbolista como Benatia ganando 0-3 es inexplicable. No era para cortar la jugada de esa manera.  Y si se aplica el reglamento fue penalti. Dicho esto, el Real Madrid es un misterio respaldado por la gran calidad de sus futbolistas. El  Bayern  Múnich tiene oficio pero si le suena el himno a los jugadores del Real Madrid, se agrandan aún en las más bravas y se sostienen desde la jerarquía de sus 

individualidades. 

El partido Roma-Liverpool es una caja de sorpresas. Un partido para ver por qué los de Kloop juegan algunos partidos brillantes y otros no tan bien. La Roma tiene una inyección de optimismo porque se quedaban fuera y les dio confianza haber remontado con el Barcelona. Los fortificó. 

A menos de 40 días para el Mundial, uno puede pensar que la derrota del Barcelona en Champions favorece al descanso de Messi.  Pero sería terrible que Messi no ganara el resto de los títulos en disputa. Fue muy duro quedar eliminados de la Champions. Solo quedará atrás si ante la desazón y la desesperanza se recupera y gana  la Liga, pensando también en el Mundial que debe afrontar con la seleccion argentina.