Se define el Barça que viene

Frenkie de Jong, durante el partido de Copa ante el Heerenveen

Frenkie de Jong, durante el partido de Copa ante el Heerenveen / JAVI FERRÁNDIZ

Gerard López

Gerard López

En enero nunca se gana una Liga, pero sí se puede perder una competición en el caso de encadenar derrotas inesperadas. El Barça está sacándose de encima esta fase de la temporada sin un juego brillante, pero con unos resultados espectaculares al ganar todos los partidos disputados en esta competición durante el primer mes del año. Es más, no pierde desde el 11 de noviembre cuando cayó en casa contra el Betis.

Así pues, lleva nueve triunfos consecutivos, sumando victorias casi por inercia. El equipo va a todo tren con la idea de llevarse el título de Liga, aunque sin necesidad de dar lo mejor de sí mismo, como quien esperase la llegada de la Champions para dar este paso adelante. La Copa está allí como un obstáculo. 

Enero es también, cada vez más, un mes de fichajes porque si la pasada temporada incorporó a Coutinho, en este mercado se ha confirmado a dos recursos de emergencia (Murillo y Boateng) y a dos jugadores de futuro (Todibo y De Jong). Está claro que la secretaría técnica del Barcelona está trabajando con Valverde para el presente pero también a largo plazo donde un jugador como De Jong, por ejemplo, está llamado a ser clave.

Sin ser un equipo veterano, solo hay que mirar la alineación contra el Girona para darse cuenta de la necesidad de una regeneración: hay un jugador con 32 años (Suárez), tres con 31 (PiquéMessi y Vidal), dos con 30 (Busquets y Rakitic). Seis jugadores con los 30 cumplidos. A muchos de ellos todavía les queda cuerda pero hay que tener en cuenta este detalle en el diseño del Barça del futuro.

GASOLINA PARA EL CENTRO DEL CAMPO

Y es en el centro del campo donde el Barça está inyectando más gasolina con jugadores como De Jong o Aleñá (21), Arthur (22) o incluso Rabiot (23). El Barça se está regenerando y la dirección tomada va encaminada a incorporar a jugadores con claro ADN Barça.

Habrá que estar atento al filial porque hay jugadores de nivel que bien haría el club de no olvidarse de ellos porque la gente de la casa, al final, son los que llevan el club en la sangre y esto se acaba transmitiendo a los compañeros que vienen de fuera y que descubren lo que es el Barça y qué implica jugar en el Camp Nou. Una combinación es la mezcla ideal de cara a un futuro.

COUTINHO Y DEMBÉLÉ

En todo proceso de regeneración siempre hay trabas o problemas que aparecen sin que nadie se lo esperase. Y aquí nos encontramos ahora con Coutinho, un jugador que no acaba de explotar tal y como se le espera. Es joven (26 años) y también está llamado a ser una pieza clave en el presente y en el futuro.

Sin embargo, su aportación no es la esperada y no ha aparecido cuando se le ha exigido carácter y liderazgo. No es un jugador de tirarse el equipo a la espalda. Su respuesta ante la exigencia ha sido completamente diferente a la de Dembélé que, cuando estaba contra las cuerdas, ha ofrecido lo mejor de sí mismo, ha marcado goles, ha sido decisivo y ha mejorado su entendimiento con Luis Suárez y Messi.

En un club como el Barça no puedes estar quieto ni pararte porque los rivales acaban arrollándote si te duermes. Por esto, este actual estado de cambios en el que está inmerso el Barcelona es una necesidad para seguir alargando la etapa triunfal iniciada en 2004. De eso ya hace quince años, y el Barça sigue con su hegemonía en España a la espera de volver a dominar en Europa. Estar atento a fichajes como De Jong, calificados como estratégicos, es clave para seguir en la cima del fútbol.