En defensa de la portada de SPORT y del periodismo deportivo

El coronavirus es una terrible pandemia que no solo provoca muertos y devastación económica. También pone a prueba nuestra resistencia y capacidad de supervivencia en medio de una crisis sin precedentes. En SPORT podemos decir con orgullo que todo lo que usted lee, ve y consume bajo nuestra marca está desde ayer producido al 100% gracias al teletrabajo, a la capacidad de coordinación de nuestra redacción, y al civismo de nuestros trabajadores, que entendieron de manera proactiva ya hace muchos días que lo mejor para ellos y sobre todo para toda la sociedad era aislarse lo más rápidamente posible en casa. Mientras los políticos han demostrado en muchos casos lentitud y partidismo en sus decisiones, la inmensa mayoría de la sociedad ha sabido, como este periódico, estar a la altura de la situación.

Y como tenemos la obligación de seguir trabajando, hacernos preguntas y encontrar respuestas (como corresponde al periodismo), SPORT avanzó ayer en exclusiva (en una portada que se ha hecho viral) que el Barça reclamará el título de Liga en caso de que se de por terminado. El club blaugrana argumentará, con razón, que tiene derecho al título al haberse disputado más del 70% de los puntos, ir primero ahora mismo y haber quedado campeón de la primera vuelta. La noticia ha generado un gran debate, y en las redes hay quien nos ha acusado de falta de sensibilidad, al dar esta noticia en plena crisis del coronavirus. Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Estamos plenamente comprometidos en la lucha contra esta plaga (como hemos demostrado) pero somos un medio deportivo, que debe dar respuesta a la multiplicidad de escenarios que se abren a partir de ahora con la compleja resolución de todas las competiciones bruscamente truncadas. Ser plenamente solidarios es compatible con seguir profundizando en todos los interrogantes que plantea esta crisis en el Barça, el fútbol y el deporte en general. El periodismo, también el deportivo, debe seguir, entre otras cosas para demostrar que nada nos derrotará.