Deberían prohibir el invierno

Ha vuelto MotoGP tras un largo invierno

Ha vuelto MotoGP tras un largo invierno. / AFP

Josep Lluís Merlos

Lo siento por los que les gusta la nieve, pero es que se me hielan los pies y, sobretodo: es malo para mi salud tanto tiempo sin carreras. Por fin se acabó la espera. Este domingo, motos. Y al siguiente, F1. Esto sí es vida. Dicen que la RC213V de 2017 no fue una de las mejores Honda de la historia. Y, sin embargo, Márquez consiguió con ella remontar varias pelotas de set para adjudicarse finalmente el partido de MotoGP. Por cuarta vez. En cambio, parece que la moto de este año les ha salido redonda a los japoneses. Lo revela la sonrisa de los pilotos que la llevarán en este súper-equipo que se refuerza con la incorporación de Alberto Puig como Team Mánager.

Marc parte, de nuevo, como el máximo favorito. Tal vez más que nunca, aunque el de Losail nunca fue su escenario predilecto. Tiene la confianza que le da una máquina que, ahora sí, parece a su gusto, y la tranquilidad de haber renovado otros dos años más con HRC. Aunque sabe que no debe ni puede fiarse. En los test invernales de Sepang, Buriram y Qatar, Dovizioso ha acreditado un ritmo infernal con una Ducati que sigue resistiéndose a Lorenzo, pese a la campanada que dio en Malasia. El italiano será el hombre a controlar por el de Cervera, con el otro ojo pendiente de cómo vaya evolucionando la Yamaha y su relación con los neumáticos. De ello dependerá la campaña que puedan cuajar Viñales y un Rossi que, al parecer, seguirá dos años más. Veremos si es así; sus resultados en la primera fase de esta temporada pueden señalar su calendario vital y, según como, dinamitar las especulaciones sobre su continuidad.

Para Pedrosa también será un año crucial. Aunque tiene una oferta astronómica de KTM (como Lorenzo), la estabilidad y seguridad que le proporciona Honda parece irresistible. Pero tendrá que ganarse a pulso la renovación. Sin un título en la categoría y con 32 años, para seguir por decimotercera temporada en esta formación no le valdrá con el balance habitual de una o dos victorias al año (31 en MotoGP). Y más con el Sargento de Hierro al frente. Dani sabe que Alberto nunca regala nada, ni aunque haya borrado de su memoria cómo acabaron una relación casi paterno-filial.

Nos vamos a divertir. A veces, cuanto más claros parecen los pronósticos, es cuando más sorprendentes son los desenlaces.