El debate no cambia los pronósticos

Así vivieron la remontada los tres candidatos a la presidencia desde el palco del Camp Nou

Font, Freixa y Laporta presenciaron en el palco del Camp Nou la épica remontada del Barça ante el Sevilla / RFEF

Joan Vehils

Joan Vehils

Empecé el día en el Camp Nou conversand o con los candidatos a la presidencia del Barcelona mientras realizaban diversas sesiones de fotos con distintos medios de comunicación y acabé tras el debate en TV3.

Lo primero que hay que les puedo decir es que entre los tres hay ‘buen rollo’. Y eso es bueno para el Barça. Se han lanzado varias pullas durante la campaña pero la relación entre los tres es más cordial que la vivida durante la campaña electoral del 2015 entre Josep Maria Bartomeu, Agustí Benedito, Toni Freixa y el propio Joan Laporta. 

Debate intenso

Incluso en el debate apenas saltó alguna chispa. Durante la primera parte los tres candidatos prefirieron la moderación y el fair play antes que el enfrentamiento directo. Solo Laporta y Freixa debatieron de vez en cuando rompiendo con la monotonía inicial. Vimos a un Toni Freixa tan seguro como todo el proceso electoral, a Laporta tirando de experiencia e ingenio y a un Víctor Font que parecía que el debate no iba con él. Su mirada constante a cámara no le benefició en nada.

Y llego la segunda parte esperando alguna alegría. Se habló de Messi y de Koeman y fue entonces cuando Font presumió de Xavi y, claro, se lo puso en bandeja a Laporta que le preguntó al final de que vendría demostrando que su sentido del humor sigue intacto. Eso sí, Font entró más en el debate aunque ya era demasiado tarde. En fin, que uno piensa que el debate de anoche no logró quitar a Laporta el papel de favorito.

Un presidente fuerte

Las elecciones a la presidencia del Barcelona que se celebraran mañana llegan en un momento muy delicado para la entidad. Por eso, es tan importante como determinante que a partir del próximo lunes, el Barça tenga un Presidente fuerte y que cuente con el apoyo de la mayor parte de sus socios, de los simpatizantes e incluso de aquellos catalanes que, sin sentirse culés, tienen un cierto aprecio por la entidad.

El Barça necesita ayuda y solo un presidente que se sienta respaldado podrá hacer frente a los envites que últimamente ha recibido de los equipos-estado, de la Federación, de los organismos internacionales, de los jugadores rivales, de sus propios futbolistas, de los árbitros y de todos esos enemigos que se han ido creando estos últimos años. Solo así, con un presidente y una directiva potente el club podrá afrontar los complicados retos económicos y deportivos que le vienen por delante.

Por tanto, y aprovechando que entre los tres candidatos no se ha producido una ruptura insalvable sería bueno que en el próximo partido en el Camp Nou, el el palco se repita la escena del partido contra el Granada en la que los tres candidatos presenciaron el partido juntos.

Así, que el nuevo presidente tome nota y los derrotados acepten con deportividad la invitación. Es un tópico pero la unión del barcelonismo es ahora más necesaria que nunca y una imagen de unión de Laporta, Font y Freixa puede ser el primer paso para la desaparición de esos ‘ismos’ que tanto daño han provocado a la entidad.

GUARDIOLA LO SEGUIRÁ DESDE MANCHESTER

Seguro que el entrenador del Machester City, Pep Guardiola, seguirá con máxima atención las elecciones de mañana. No podrá votar, pero ya explicó en rueda de prensa y advirtió que sería bueno que gane un presidente que suba el ánimo de los barcelonistas. El técnico sigue muy de cerca lo que acontece en Barcelona desde su lugar de trabajo en las Islas Británicas. Por cierto, que verán que Guardiola lleva desde hace muchos partidos una sudadera de Open Arms que le hizo llegar su amigo Oscar Camps.

Pues es posible que la sigan viendo durante mucho tiempo porque desde que se la puso no han perdido. O sea, que está siendo talismán para el equipo a la vez que promociona a esta organización no gubernamental de Badalona cuya principal misión es rescatar del mar a aquellas personas que intentan llegar a Europa y que muchas de estas oenegés están necesitadas de ayudas económicas para seguir salvando vidas. La apuesta de Guardiola es decidida a favor de ello.