David Villa, el mejor espejo para Griezmann

Griezmann pide paciencia

Griezmann pide paciencia / Valentí Enrich

Javier Giraldo

Javier Giraldo

No todos los futbolistas que han ganado un Mundial son finos estilistas. Algunos, de hecho, ni siquiera estaban bendecidos por un gran talento futbolístico.

No es el caso de Griezmann, el puntal ofensivo de la selección que ganó el último Mundial, con permiso de Mbappé. Hace ya algún tiempo que las acciones más talentosas de la selección gala llevan la firma de Griezmann (Mbappé, más físico, es un portento al espacio, pero no tanto en estático), detalle que invita a la reflexión en clave azulgrana.

¿Realmente las dudas que ha generado Griezmann hasta la fecha se basan solo en su falta de ‘feeling’ con Messi? ¿Realmente necesitan ser amigos íntimos para que su rendimiento en el campo sea óptimo?

Quizá a Griezmann le sirva fijarse en el caso de David Villa, un futbolista que llegó al Barça ya como un futbolista de alcance mundial y que supo adaptarse a las necesidades del equipo y de Messi: también en sus primeros meses se habló mucho de que el argentino no le pasaba el balón.

También se decía que la banda izquierda no era el hábitat idóneo para Villa, un futbolista acostumbrado a moverse con total libertad por todo el frente de ataque. 

goles... y champions

Griezmann está viviendo algo parecido: delantero ‘top’ busca la manera menos traumática de reciclarse para adaptarse al Barça. No es anuncio por palabras, pero si lo fuese, el destinatario de la llamada sería Villa, un futbolista que ofreció lo que ahora se le pide al francés: goles que complementen a Messi. Y si puede ser, la Champions.