Un dato terrible para la cantera

Luis Enrique y Messi se abrazan ante la presencia de Sergi Roberto

Luis Enrique y Messi se abrazan ante la presencia de Sergi Roberto / sport

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Solo dos barcelonistas en la selección. Llegaron a ser ocho en el Mundial de Sudáfrica, pero ocho años después, solo hay dos. Siete canteranos en el 2010 por dos en septiembre del 2018. Está claro: la diferencia está en la cantera y esto es lo verdaderamente preocupante.

Miren, aunque pueda sorprendernos, en el éxito de la Eurocopa del 2008 solo hubo tres jugadores del Barça, los tres de la cantera, Puyol, Xavi e Iniesta, aunque su peso específico fue muy superior ya que significaron la base del juego que Luis Aragonés impulsaría en lo que fue la creación de la España del tiqui-taca.

En Sudáfrica 2010, con Del Bosque, llegó la auténtica explosión: Valdés, Puyol, Piqué, Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro y Villa, recién fichado este último aunque oficialmente todavía era jugador del Valencia. Siete canteranos y el mejor goleador nacional, el summum de los summums. Prácticamente un Barça campeón del mundo. Dos años después, en la Eurocopa del 2012, se cayeron Puyol y Villa, pero se sumó Cesc, fichado pero criado en La Masia, y el mundo entero siguió rindiéndose al modelo Barça. 

EL TERMÓMETRO

Pero a partir de ahí, la cantera se secó y la política de fichajes cambió... o fue desacertada, pues aunque llegó Alba, jugadores como Aleix Vidal o Alcácer, internacionales ambos, perdieron tal condición durante su particular pesadilla en el Camp Nou. La Masia dejó de producir internacionales, salvo esporádicas apariciones de Bartra, Deulofeu o la marcha de Thiago al Bayern, que esta es otra. Ahí es donde radica el problema y es el foco en el que hay que poner la reflexión: la cantera.

Miren, es malo equivocarse en los fichajes, pero desatender la cantera es infinitamente peor. La cantera es concepto, es filosofía, y esto es innegociable. Y la selección es un termómetro. Se acabaron Valdés, Puyol, Piqué, Xavi, Iniesta y Pedro y solo se ha parido a Sergi Roberto. Seis contra uno. Una goleada demasiado terrible como para no admitir que algo se está haciendo mal.