Dani Alves, siempre presente

Dani Alves en una imagen de archivo

Dani Alves en una imagen de archivo / EFE

Bojan Krkic

Bojan Krkic

Dani Alves ha sido uno de los futbolistas más influyentes del Barça en su historia. Sin Ronaldinho, Xavi o Iniesta nada habría sido lo mismo, pero el brasileño fue una pieza imprescindible en un engranaje ganador. Alves encarna el perfil perfecto de lo que debería ser un lateral en el Camp Nou, donde saber defen der es importante, pero no lo es más que asociarse, entender el juego u ofrecer soluciones en ataque.

Alves lo tenía todo para jugar en el Barça y su marcha supuso una pérdida mayúscula. Desde entonces, el club sigue buscando heredero. No es extraño que Sergi Roberto se haya consolidado en esa posición. Es así porque estamos ante un centrocampista crecido en La Masia y reconvertido a lateral por exigencias del guión. Luis Enrique entendió que necesitaba un defensa con capacidad innata para dar continuidad al juego en fase ofensiva. Y el de Reus ha cumplido de sobra. Ahora que el club busca reforzar esa posición, es imprescindible recordar a Alves, pero también a Alba, el mejor asistente de Messi, como en su día lo fue el brasileño. Sin olvidarnos de Van Bronckhorst, de Sylvinho, de Maxwell o del propio Roberto. No es ninguna causalidad que tres sean brasileños, uno holandés y dos, canteranos. Todos responden al mismo perfil: todos han crecido aprendiendo el mismo idioma futbolístico. De Sciglio, con quien jugué en el Milan, es un enorme jugador, pero con un corte marcadamente italiano. Se aleja de ese perfil.

El lateral del Barça no puede ser un futbolista de relleno, es una posición fundamental desde donde se alimenta el torrente ofensivo del equipo. En un sistema 4-3-3, los delanteros necesitan, nada más recibir, tener opciones que llegan de los interiores, pero sin la presencia de los laterales las opciones se reducen y, en consecuencia, el equipo pierde recursos para sorprender a su rival.

Si tenemos claro que el portero, en el Barça, es un jugador de campo más, de igual modo debemos entregar también un papel relevante a los laterales. Recuerdo cuando Pinto llegó al equipo. Le costó integrarse en los rondos, pero a base de tesón y perseverancia, creció tanto que incluso en los partidos se veía capaz de tomar responsabilidades que, en otros equipos, no tenía. Debe ser así. El juego del Barça no puede permitirse prescindir, en ninguna de sus posiciones, de perfiles ofensivos, valientes o asociativos , con balón y sin él. Por eso, el rol del lateral no puede ser una excepción y una de sus principales tareas tiene que ser leer los espacios con desmarques. Básicamente, lo que en otro equipo haría más un extremo o un interior. La prueba más evidente de esto la encontramos en la cantidad de goles y asistencias que acumula Alba llegando desde segunda línea. Es por ello que, si hay que ir al mercado, que el enorme recuerdo que dejó Alves esté siempre presente.

ADURIZ, UN FUTBOLISTA QUE DIGNIFICA EL FÚTBOL

Aritz Aduriz ha anunciado que cuelga las botas. Se va con 39 años y lo hace dejando atrás una extraordinaria carrera. Es un emblema del Athletic, donde ha pasado la gran mayoría de su carrera y, curiosamente, fue a partir de cumplir 30 años cuando más goles ha marcado. Eso prueba que ha dedicado su vida al fútbol, que ha sido un profesional de los pies a la cabeza y que ha amado este deporte. Aduriz es de esos futbolistas que honran el fútbol. Es querido y respetado allí donde va, también en el Camp Nou, pese a que ha marcado al Barça algunos goles dolorosos para la afición culé.

Pero quienes amamos el fútbol vemos en él todo aquello por lo que nos gusta: espíritu de sacrificio, talento y profesionalidad. Pocos jugadores ejemplifican como él el espíritu de lo que debe ser un futbolista en el Athletic. Competitivo al máximo, los años pasan para todos y el físico ha dicho basta. Le ha llegado el momento de dejarlo y, como ha hecho a lo largo de su carrera, su adiós no está teñido de dramatismo, sino de sencillez y humildad. A nivel personal, he coincidido algunas veces con él (recuerdo que ambos marcamos en un Euskadi-Catalunya en 2007) y puedo asegurar que el carisma que transmite jugando lo mantiene e intensifica en el cara a cara. Gracias por tanto.