La cumbre del sábado por la noche

Josep Maria Bartomeu se vio obligado a rectificar y descartar el nuevo escudo

Josep Maria Bartomeu se vio obligado a rectificar y descartar el nuevo escudo / sport

Joan Vehils

Joan Vehils

Acabó la famosa Asamblea del sábado y todos los directivos salieron pitando hacia el estadio, algunos incluso en moto. Así que antes del inicio del partido apenas hablaron entre ellos y solo algún que otro mensaje en el Whatsapp colectivo hizo ver que no todos estaban en la misma sintonía. Por eso, tras la relajante victoria frente el Sevilla, hubo cumbre en la zona alta del palco.

Sin embargo, ni el buen partido de los de Valverde ni la derrota del Madrid tranquilizó a un determinado grupo de directivos que seguían muy molestos por cómo se había retirado del orden del día la votación del nuevo diseño de escudo y, más aún, por no haber sido ni consultados. Pues eso, que dos horas después del desastre el presidente intentó argumentar la decisión. Sin embargo, la principal intención de la cumbre era hacer frente común y así eludir que las discrepancias privadas se elevaran a públicas y, sobre todo, que se evitaran filtraciones y declaraciones que pudieran perjudicar a la junta. En definitiva, que se exigió que los platos sucios se lavaran en casa.

Es cierto que la victoria ante el Sevilla y el Inter ha suavizado la crisis de la Asamblea pero nadie esconde que, además del presidente, algunos ejecutivos han salido bastante malparados.  El nuevo director del Área de Presidencia y el director de la marca Barça están en el punto de mira aunque desde la propia directiva también hay quien apunta que el secretario de la junta,  Jordi Calsamiglia, tendría que haber actuado con más diligencia en los momentos más tensos de la Asamblea.

 No obstante, lo que reconoce una amplia mayoría es que algo se hizo mal y que existe un problema de fondo. Está claro que el malestar del socio no se debe solo al intento de rediseño del nuevo escudo.

Hace hoy una semana, Bartomeu empezó su discurso explicando que estaba en el ecuador de su mandato y que se habían hecho muchas cosas bien. Es cierto que en estos años de su mandato el club ha cosechado algunos éxitos pero si  no hace autocrítica, las próximas tres temporadas se le pueden hacer muy largas. La Asamblea dio el primer toque serio del primer trienio de Bartomeu. Una advertencia que debe servir para reflexionar, corregir errores, rodearse de los mejores e intentar recuperar la confianza del socio. De lo contrario, ni empezará el Espai Barça ni terminará su mandato.

Víctor Font está listo para verano

Tal como habíamos comentado en alguna ocasión, el autoproclamado precandidado a la presidencia del Barça Víctor Font trasladará en enero su residencia de Dubai a Granollers, su ciudad natal. Una decisión que está tomada desde hace más de un año y que no tiene nada que ver con lo acontecido en la Asamblea. A todo eso, también tiene previsto presentar oficialmente su precandidatura a principios de año. Sin embargo, la gran novedad es que Víctor Font trabaja para tenerlo todo preparado por si hay elecciones en el verano del 2019. Font no lo descarta y no quiere que esta vez llegue tarde en caso de que se avancen los comicios. 

Sobre los 300 millones de Mediapro

Cuando el socio fundador de Mediapro Jaume Roures ofreció por primera vez a un directivo del Barça 300 millones por el ‘namimg’ del estadio, hubo en el club quien pensó que se trataba de un farol. Nadie podía creer que fuera una oferta en firme. Esta semana Roures ha confirmado la oferta y ha explicado que la desestimó porque el club le exigió retirar una demanda por espionaje que el propio fundador de Mediapro tiene presentada contra Sandro Rosell desde el 2016.

Por cierto, que esta misma semana, Mediapro ha anunciado el fichaje del que fuera Secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal.