El culebrón Rakitic no es más que una venganza del PSG

Rakitic, en el punto de mira del PSG

Rakitic, en el punto de mira del PSG / sport

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Me cuenta un buen amigo francés, medio residente en Ibiza pero con excelentes contactos en París, que el culebrón Rakitic montado por el PSG no es más que una venganza contra el Barça por haber intentado quitarles a Rabiot. Donde las dan, las toman. Tú me tocas un jugador y yo te toco a otro. Es una historia de represalias y revanchas. El año pasado el Barça quiso fichar a Verratti y la respuesta del PSG fue contundente, se llevaron a Neymar previo pago de la cláusula de 222 millones. Este verano la secretaría técnica blaugrana negoció con el representante de Rabiot –la madre del jugador– su posible llegada al Camp Nou y el club propiedad del gobierno de Catar respondió con una oferta a Rakitic doblando lo que gana en el Camp Nou. Ojo por ojo, diente por diente.

La guerra soterrada entre el PSG y el Barça continúa, es una pelea de gallos. Molestos por considerar una intromisión negociar con un jugador con contrato en vigor, el PSG respondió con la misma moneda. Ofrecieron al mánager del croata una mejora de ficha espectacular al tiempo que ofrecieron 70 millones por el traspaso al Barça a través de intermediarios. La respuesta de Bartomeu fue automática y rotunda: Rakitic solo se irá por la cláusula, 125 millones. Estaba claro que los catarís no pagarían esa cantidad por un jugador de 30 años; con esta jugada de póker solo pretenden desequilibrar al rival.

Así se escribe la historia de un culebrón que lleva camino de quedar en nada. El PSG ha utilizado a Rakitic como arma defensiva para que el Barça se olvide de Rabiot. Antes lo traspasarán a un equipo inglés que al Camp Nou. Las relaciones con París están rotas hace tiempo. Su presidente, Nasser Al-Khelaïfi, es más amigo de Florentino que de Bartomeu. El problema es que Rakitic se había hecho ilusiones de lograr un contrato de oro y ahora intentará mejorar el que firmó con el Barça hace solo un año hasta el 2021. El club no está por la labor de aumentar la masa salarial y parece dispuesto a no transigir, aunque con Busquets acaban de hacer una excepción. Es evidente que toca poner límite a las pretensiones de los jugadores, no puede ser que los contratos no sirvan para nada y que pidan mejoras constantes. Aquí el único que tiene bula es Messi ya que en el cómputo de más de diez años en el primer equipo ha dado más de lo que ha recibido. De Messi para abajo nadie se puede quejar de lo que gana. Es hora de que la directiva no ceda ante chantajes económicos.

El ‘caso Rakitic’ no debería prolongarse más. Ernesto Valverde ha puesto cordura y sensatez a la polémica dejando bien clara la posición del entrenador. No están para hacer negocio sino para ganar partidos y títulos. El croata, por su rendimiento e involucración en el equipo, es básico para el técnico y no quiere perderlo bajo ningún concepto. Mensaje directo a la directiva. Por primera vez Valverde no se ha callado lo que piensa. Sabe que le van a exigir títulos y quiere a los mejores para conseguirlos. Se ha tragado más de un sapo de la secretaría técnica pero no está dispuesto a que le traicionen por la espalda. La solución llegará por la vía de los hechos. El PSG no pagará los 125 millones de la cláusula y Rakitic cumplirá su contrato.