Las cuentas de la lechera

Robert Lewandowski, cuestión de 'estado' en el Barça

Robert Lewandowski, cuestión de 'estado' en el Barça / AFP

Rubén Uría

Rubén Uría

Lewandowski, Raphinha, Azpilicueta, Marcos Alonso, Koulibaly, Kessié, Christenesen, Jules Koundé, Bernardo Silva y sigue la cuenta de la lechera. Algunos culés, empeñados en doparse emocionalmente, se frotan la manos pensando que, activadas las famosas palancas, ficharán como si no hubiera mañana. A bulto. Mucho y bueno.

Una euforia desmedida que choca con una realidad: ni fichar es tan fácil como parece, ni el Barça ha pasado de pobre a rico de la noche a la mañana. Sí, los socios dieron luz verde a vender activos, pero esa venta aún no se ha consumado y ya hay quien cree que el club volverá a vivir en Narnia y que ‘Mateu Padremany’ hará su magia. Nada que ver.

Los socios autorizaron la venta del 49,9% de ‘BLM’ y la cesión de un máximo del 25% de los derechos de TV de LaLiga para los próximos 25 años. Siendo muy optimista, el club sacará 600 “kilos”. Música celestial para algunos aficionados, pero sólo el primer paso a dar para un club que pelea para que se le permita inscribir jugadores, porque el club sigue excedido y endeudado hasta las trancas.

La historia está en que el Barça, para recuperar la normalidad, seguirá dependiendo de dos fechas: el 30 de junio y el 31 de julio. La primera es clave: es el ‘deadline’, la fecha tope para que el Barça firme un acuerdo por esas palancas y logre cerrar el ejercicio económico con beneficios. No será sencillo.

A día de hoy, el Barcelona tiene cerca la posibilidad de cerrar la venta del primer 10% de dichos derechos audiovisuales a un fondo de inversión. Es decir, estaría en disposición de ingresar los primeros 200 millones de euros, algo que sí le permitiría cerrar el ejercicio económico con números positivos.

Con esta operación, sin embargo, no sería suficiente para limpiar su “fair play” para poder fichar. Los fondos propios seguirían en negativo. El 31 de julio llegará el momento en que se acordará el límite salarial del próximo curso, donde el Barça deberá tener cerrada o apalabrada la venta del 49% de ‘BLM’ y un porcentaje restante de los derechos de TV.

Si logra eso, que no es fácil, entonces el Barça respiraría, tendría fondos positivos, cumpliría con el límite salarial y podría mandar a hacer gárgaras la ‘regla del 1 a 3’. Hay quien sigue soñando despierto con tropecientos fichajes y quien tiene los pies en el suelo, porque sabe que aún queda mucho camino por recorrer y mucha faena por hacer.

Y no se trata de cortarle el rollo al culé, sino de saber de dónde venimos para tener claro dónde vamos. Al fin y al cabo, un pesimista es un optimista bien informado. No, el Barça no se ha hecho rico de la noche a la mañana. Las cuentas de la lechera no sirven. El que avisa no es traidor. Prudencia. Falta hace.