Cuando las salidas son muy ingratas

Rakitic se va al Sevilla

Rakitic se va al Sevilla / sport

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Hace dos veranos, Iván Rakitic pudo salir del Barça por 90 millones de euros hacia el PSG y ahora el club se ha visto obligado prácticamente a regalarlo al Sevilla para aligerar plantilla y masa salarial. En las reuniones previas a su dimisión, Eric Abidal siempre dejaba claro que una remodelación bien hecha iba a costarle mucho dinero al club, pero era necesaria.

Y, ahora, el mejor fichaje es prescindir de una vez por todas de futbolistas que llevan tiempo jugando sin el nivel suficiente para estar en el Barça. Son salidas ingratas por cómo está el mercado en época de coronavirus, por la premura del tiempo y por las fichas que perciben. No es nada fácil colocar a futbolistas de más de 30 años que no quieren renunciar a su sueldo dolidos por tener que abandonar el Camp Nou. Por ello, el traspaso de Rakitic al Sevilla es meritorio. No se cobrará una millonada, pero el club se asegura unos ingresos impensables en el inicio de esta negociación. Lo que viene por delante puede ser peor.

Máxima presión de los futolistas 

El Barça va a dar facilidades a los jugadores que deben salir, pero no una carta blanca para que hagan lo que quieran. No es impensable dar una carta de libertad a futbolistas como Suárez o Arturo Vidal. Hay clubs, muchos clubs que los quieren y el Barça trabaja ya no para ganar dinero sino para perder lo mínimo posible. En este verano se hará el trabajo aplazado de los últimos tres años y eso merece comprensión y también dureza de negociación. Los fichajes dependerán en buena parte de lo que se ahorre. Rakitic marca el camino de un verano espinoso.