El CSKA fue demasiado rival para el Barça

El Barça no tuvo opción en Moscú

El Barça no tuvo opción en Moscú / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

LUCHAR Y COMPETIR

El Barça luchó hasta la extenuación ante el CSKA. Pero no fue capaz de competir en ningún momento. Puede que fuera porque el equipo ruso se mostró netamente superior, y sus jugadores son de un nivel técnico muy alto. Pero la realidad es que los blaugrana fueron siempre a remolque, tanto en el marcador como en el ritmo de juego. Fue el primer partido de la Euroliga y en una pista casi inaccesible. No obstante, esperaba un espíritu más competitivo entre los hombres de Pesic. El partido se rompió en el segundo cuarto. Multitud de imprecisiones y balones perdidos. Un regalo tras otro que, lógicamente, el CSKA no desaprovechó. No es la primera vez, ni seguramente será la última, en que los altibajos blaugranas son inexplicables. Sin una mínima capacidad para ser regular es muy difícil aspirar a ganar fuera de casa. Hay tiempo para mejorar, pero siempre que sea con una mentalidad diferente. La Euroliga no es ninguna broma.

EL PERÍMETRO

No es un secreto para nadie que el juego exterior del CSKA es apabullante. Unas máquinas. Y ante el Barça no fue una excepción. No hubo color en el duelo de bases. La pareja De Colo-Sergio Rodríguez fue una auténtica pesadilla para sus pares blaugrana. Ni Heurtel ni, sobre todo, Pangos pudieron contener el ritmo, velocidad y acierto de sus rivales rusos. Un desequilibrio que marcó el partido. Pero algo similar podemos decir de la capacidad anotadora de Clyburn y Higgins. Destrozaron la defensa blaugrana cuando Clyburn se la jugaba para doblar más tarde a un Higgins imparable. Es muy importante tener hombres peligrosos por fuera. Y ayer el Barça se encomendó únicamente a un Kuric que siempre dio la cara. Tampoco el juego interior blaugrana supo imponerse. Seraphin está falto de minutos y Tomic jugó muy poco. Por el contrario, la omnipresencia de Hines colapsó las líneas de pases, y fue una roca a la hora de ir al rebote. La superioridad del CSKA en todas las líneas fue absoluta.