Cruyff, tres veces histórico

El cuadro de Johan Cruyff

El cuadro de Johan Cruyff / sport

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El FC Barcelona anunciará hoy, un año después de su fallecimiento, el homenaje del club a Johan Cruyff. Cualquier acción que se proponga, por muy consensuada que esté con la familia, jamás estará a la altura de lo que representó la figura del ‘holandés volador’ en la historia blaugrana. Porque Cruyff cambió hasta tres veces el destino del Barça. Primero como jugador, ganando la Liga del 0-5 en el Bernabéu. Después como entrenador, creando el Dream Team y conquistado la primera Copa de Europa en Wembley. Y, finalmente, como director deportivo en la sombra, avalando a técnicos como Rijkaard y Guardiola, que construyeron al mejor equipo de todos los tiempos. Su legado es tan grande que el principal reconocimiento que le puede hacer el Barça y el barcelonismo es mantener viva su filosofía para siempre. No renunciando jamás al estilo que define la ideología futbolística del maestro.

De hecho, el auténtico homenaje a Cruyff es ver a Messi ejecutando su genial penalti. O al Barça jugando con su superofensivo 3-4-3 para remontar ante el PSG… Porque el mejor homenaje a Cruyff siempre será el que se le rinda en el campo. Con un balón como protagonista. Con el fútbol como razón de ser. Y no cualquier tipo de fútbol. Sino su fútbol. El que él convirtió en seña de identidad del Barça. El que Guardiola, su alumno más aventajado, sublimó hasta la excelencia. El fútbol del rondo. El fútbol que hizo del Barça un equipo de referencia en todo el planeta. Seguir jugando de esta forma (tan maravillosa y tan compleja a la vez) será mantener vivo su recuerdo eternamente. Y si, además, se le quiere poner una estatua delante del Camp Nou, perfecto. Pero todos sabemos que eso no es lo que, de verdad, cuenta… al menos para Cruyff.