Y Cruyff se quedó sin su final

Ninguno de los equipos de Johan estará en el Wanda

Ninguno de los equipos de Johan estará en el Wanda / @barca__pictures vía @johancruyff

Javier Rodríguez Marzo

Javier Rodríguez Marzo

Escribo estas líneas alucinando todavía con la remontada del Tottenham. Y me imagino a Johan Cruyff, allá donde esté, lamentando el cruel destino de su Ajax. 

Pero seguro que está orgulloso. Muy orgulloso. Los de Ten Hag cayeron con las botas puestas. Sin renunciar nunca a su estilo. Atrevidos, valientes, temerarios incluso cuando en los últimos minutos solo tenían que preocuparse de no encajar un gol ante un bravísimo Tottenham (¡Felicidades, Pochettino!) y pagaron la novatada de su descarada juventud.

La otra cara de la moneda de la noche anterior. Nada que ver con la humillante eliminación de un Barça arrodillado que, con el transcurso de los años, ya desde antes de Luis Enrique, ha ido renunciando al estilo que Cruyff instauró y Guardiola sublimó.

Johan se quedará sin su final. Sin ninguno de sus equipos en el Wanda, pero con su espíritu muy presente en el Ajax. Todo lo contrario que un Barça cuyo proceso degenerativo ha sido lento pero inexorable. El Barça de Arturo Vidal no tiene ya nada que ver con el glorioso de Xavi e Iniesta. Han dilapidado sus esencias en nombre del resultadismo.

Y la única lectura positiva es que el Ajax nos ha recordado cuál es el camino. Se trata de creer en la idea y potenciarla desde la base. Sin miedo y con terquedad. Contra viento y marea para que crezcan 'De Ligts y De Jongs' como si fueran setas. Copiémosles, otra vez, por favor. Volvamos al origen de nuestros mejores años y mejores equipos.