La cruda realidad: con Messi, 2-0; sin Messi, 2-2

Está claro que el partido tuvo dos partes y dos grandes protagonistas. Con Messi en el campo el Barça tuvo un arranque espectacular. Salieron con ganas y a los 12 minutos ya llevaban dos goles de ventaja gracias a una gran asistencia de Messi y un gol con su sello de marca. El Sevilla parecía estar ausente, desconectado, como si el liderato hubiese bloqueado sus pierna s. Pero una lesión de Leo al cuarto de hora de juego, cambió la decoración por completo. La ‘Messidependencia’ es más determinante que nunca, sin él, el equipo pierde su identidad y le cuesta mucho llegar al área contraria. En el descanso todo el Camp Nou hubiese firmado aquel marcador conscientes de que los andaluces, tras la bronca que suponemos le echo Machín en el vestuario, salieran con otra cara.

Así fue. Volvió la imagen del Barça conservador, sin punch delante y afortunadamente con una defensa recuperada ya que Piqué hizo el mejor partido de la temporada y Lenglet no desentonó en absoluto. El Sevilla tomó el control del partido, el Barça jugó pisando más el freno que el acelerador. En estas circunstancias volvió a tomar un protagonismo sensacional Ter Stegen. Se puede pasar una hora sin tocar el balón pero cuando le cae la responsabilidad, la afronta con una frialdad y eficacia sensacional. Hizo dos dobles paradas tan bellas y espectaculares como un gol de Messi. E igual de efectivas. Cuando los de Machín apretaban más, el portero alemán dejó claro que es el mejor guardameta de la Liga.

En la segunda parte, sin Messi, el marcador fue distinto, 2-2. Suárez y Rakitic marcaron,  pero Sarabia y Muriel dejaron claro que este Sevilla es duro de roer, está bien construido y tiene un entrenador que ya demostró en el Girona que tácticamente lee muy bien los partidos. El Sevilla puede regresar diciendo que sin Messi no les han ganado mientras que el Barça ha sumado tres puntos de oro en una jornada en la que todos los grandes han pinchado. El Madrid, con estrépito y pitada fenomenal en el Bernabéu. El Atlético no pasó del empate en Villarreal mientras que el Valencia no acaba de despegar y sumó su quinto empate consecutivo. Esta Liga será muy reñida y disputada, pasaron a la historia los campeones con 100 puntos.

Para el Barça la victoria es un  balón de oxígeno importante después de una Asamblea que puso a Bartomeu contra las cuerdas. También es una inyección de moral de cara a la visita del Inter en la Champions con dos victorias en su haber. La lesión de Messi sin duda marcará la semana. El parte médico que a última hora dio el club blaugrana habla de fractura del radio derecho y tres semanas de baja. Estamos seguros de que a Messi le hubiera encantado poder jugar contra el Madrid y darle el golpe de gracia que significaría una nueva derrota blanca, pero no podrá ser. El Madrid ha perdido el rumbo y la fe; Lopetegui es un muerto viviente a la espera de un milagro.

La conclusión del partido de anoche es sencilla. No nos podemos engañar. Hay dos Barças, con Messi y sin Messi. Lo que le está pasando ahora al Madrid no es más que el anticipo de cuando falte el mejor jugador del mundo en el Camp Nou. Ni los goles de Cristiano ni el talento de Messi tienen sustituto. La consolación es que nos queda Messi por varios años.