El Cristo de Corcovado

Neymar siempre ha sido el objetivo de Florentino Pérez

Neymar siempre ha sido el objetivo de Florentino Pérez / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

Paulinho se agacha y levanta a Neymar sobre sus espaldas. Los dos alzados cual Cristo de Corcovado. El equipo de Brasil a los pies de Neymar tras marcar el gol que avanzaba a su equipo en el partido contra México y colocar a Brasil en cuartos de final. El calendario que tiene ante sí es complejo pero, junto a Francia, es de las pocas favoritas que no falla en el momento decisivo. Neymar ejemplifica esta obsesión con la que vive el país sudamericano este tipo de torneos y es el exazulgrana quien mejor se ha dosificado. Aunque sea a costa del PSG, un club que le pagó a precio de oro y que le ha convertido en el segundo jugador mejor pagado del mundo (25 millones de euros por temporada). A Neymar le da igual todo esto porque sabe que en Europa está de paso. Y con el PSG puede ganar muchos títulos pero que la gloria solo puede dársela Brasil.

Neymar cayó lesionado en abril y ya desapareció del panorama. Se operó en Brasil, se recuperó con sus médicos, alargó su recuperación para no reaparecer en el PSG. Todo estaba enfocado por el Mundial. En realidad, su preparación empezó mucho antes porque las exigencias y la permisividad del PSG le abría la puerta a actuar como mejor le venga. El PSG no es un club duro con sus estrellas, tiene los defectos del Madrid de los galácticos y Neymar campó a sus anchas solo pensando en el Mundial. Ganar este trofeo es el pasaporte al reconocimiento que no le iba a dar el Barça porque Messi le hacía sombra y tampoco el PSG, donde se ha encontrado con una Liga menor. El Balón de Oro pasa por el Mundial. Lo sabe y ha jugado toda la temporada a una misma carta. 

Neymar aparece en este campeonato en la edad ideal, sabiendo que si gana les arrebatará el trono a Cristiano y a Messi, entrados los dos en la treintena. Ambos han visto en este torneo como se esfumaban sus últimas opciones para hacerse con el título definitivo. Buenas temporadas con sus respectivos clubs, mal papel con su selección. Neymar, a diferencia de ellos dos, ha vivido de rentas toda la temporada y ahora se encuentra en su momento. Es la diferencia de jugar en el Barça o el Madrid a hacerlo en el PSG. En Barcelona o Madrid te matan. En Francia te rien las gracias. A estas alturas del torneo, Neymar lo tiene todo de cara y en su camino hasta el Balón de Oro ya solo se encontrará a Griezmann.