Cristiano Ronaldo y el Real Madrid, en un callejón sin salida

Cristiano Ronaldo atraviesa un mal momento

Cristiano Ronaldo atraviesa un mal momento / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

Es todavía muy pronto para concluir que Cristiano está acabado y es preciso recordar que su innegable fuerza competitiva suele despertarse cuando llega la Champions, su competición predilecta. Pero lo que es indiscutible es que de momento, a pesar de los premios que ha recibido, esta es su peor temporada y que sus cuatro goles en la primera vuelta de Liga lo dejan muy mal parado. Por primera vez, su ‘status quo’ dentro del madridismo está seriamente amenazado: encuestas digitales indican que el Bernabéu empieza a estar harto de él y el presidente del Madrid ya desliza, a través de sus medios, que si quiere irse que se vaya. Como ya sucedió en verano, Cristiano ha echado un pulso para volver a subir su ficha y se ha vuelto a encontrar con la pasividad de Florentino. El origen de la crisis, como siempre, es Messi, el espejo en el que Cristiano siempre quiere, pero no puede, verse reflejado. El Barça le subió el sueldo a su gran estrella y ahora el portugués pide un trato equivalente pero su reclamación tiene una tara de origen: Cristiano no puede cobrar como Messi sencillamente porque no es Messi. Ni representa para el Madrid lo que Leo representa para el Barça ni ha sabido anticipar su declive físico con un reciclaje de su juego. Llegados a este punto, Cristiano Ronaldo está acorralado, porque ni el Madrid quiere subirle el sueldo ni se observa de momento ningún equipo de ninguna gran Liga europea dispuesto a asumir una operación tan cara para un jugador de su edad. El resultado es que tanto el Madrid como Cristiano se encuentran sin poder avanzar en un callejón sin salida, en el que las dos partes quieren divorciarse pero no encuentran quien pague la fiesta, es decir, la salida. El club blanco tiene dentro una bomba de relojería que, según como gestione, puede explotarle en cualquier momento.