Coutinho y la sociedad con Messi y Suárez

Presentación Philippe Coutinho con el FC Barcelona

Presentación Philippe Coutinho con el FC Barcelona / Javi Ferrandiz

César L. Menotti

César L. Menotti

Philippe Coutinho ya es jugador del Barcelona hasta 2023. Y su contratación es una gran apuesta del Barcelona en su búsqueda por encontrar un repuesto a Neymar. Ahora poniéndome en la piel de Ernesto Valverde es más difícil como entrenador tomar decisiones cuando tenéis mucha ropa, muchos sacos y muchas camisas que cuando tienes un saco azul y un pantalón gris. 

Pero son muchas las competencias también. Pero estoy pensando que el mismo entrenador debe estar preguntándose en qué posición lo va a utilizar. Y que hay que darle tiempo y trabajo a las sociedades, sobre todo a la que pueda gestarse con Messi y Suárez.

Coutinho es un muy buen jugador de fútbol. A mí me gusta más de segunda punta, un estilo Messi sin ser Messi, desde ya. Tiene un gran aporte al juego colectivo, pero tengo mis dudas respecto a su rol en la recuperación. Aunque para ello siempre vale el ejemplo de Zagallo con Brasil del 70. Había tantas discusiones que para terminarlas, El Lobo alineó juntos a Gerson, Tostao, Rivelino, Jairzinho y Pelé. Y fue campeona el mundo. Sin tantos jugadores abocados a la recuperación, lo que hizo aquel Brasil fue reemplazarlos con el talento y la tenencia de la pelota y fortalecer el juego colectivo para dominar al rival. Pero un Mundial son pocos partidos, no es lo mismo que la cantidad de competencia que tiene por delante el Barcelona. 

Coutinho tiene muchos atributos sin ser Neymar. Es un jugador poco recuperador pero con buena técnica y pase de gol, y es muy desequilibrante en los últimos metros. Es un jugador amplio y muy participativo en el sentido colectivo de juego, que cuando el equipo domina la posesión puede ayudar a jugar bien y además sumarle definición a la resolución de la jugada. Habrá que ver en qué lugar de la cancha lo ubica Valverde. Soy de los que creen que primero hay un equipo, una idea de juego, y que después puede haber modificaciones, pero hay diez jugadores disponibles para plasmar esa idea. A la contratación de Coutinho se suma el regreso de Dembélé. Hay un desafío nuevo para Valverde que es gestionar en la abundancia.

No va a ser fácil encontrarle lugar al brasileño, pero más difícil es no equivocarse con tantos cracks disponibles. El mejor y el que más seguro se siente es por quien el entrenador va a apostar y es quien menos se equivoca al elegir sus jugadores. Esto de que no hay titulares ni suplentes en los equipos de fútbol no es verdad. Porque cuando llegan las fechas finales se pone lo mejor que un entrenador tiene disponible. En el trajín que tiene el Barca es lógico que un día no juegue Messi, Piqué, Iniesta o Suárez. Pero todos sabemos quiénes son los jugadores titulares. Hay jugadores en el once que son inamovibles. Y el brasileño es un jugador hecho, de 25 años, internacional, no me atrevería a decir que el Barcelona gastó ese dinero para que sea un jugador suplente. 

Aunque reitero que Coutinho no es Neymar puede ser clave en el juego colectivo y tiene gol. Las pequeñas sociedades se hacen, se elaboran o aparecen solas. No podemos descartar que Messi, Coutinho y Suárez no sean una buena sociedad. Dependerá mucho de ellos.

Messi y la independencia de Catalunya

Escuché las declaraciones de Jorge Messi, padre del jugador del Barca sobre el contrato y la cláusula por si Catalunya se independiza y el Barcelona deja de competir en la Liga española. Y es entendible. Se trata de una situación muy delicada y especial, que en mi caso por el afecto que siento por Catalunya y los amigos que aún conservo allí merece un análisis mucho más extenso que el futbolístico. Y hasta me parece secundario en comparación a lo que significa política y socialmente para Catalunya y España. Un debate que no estoy en condiciones de dar. 

No hay, creo, antecedentes de un caso así. Pienso en Escocia e Irlanda. Pero se me ocurre que intervendría FIFA en el caso que se produzca la independencia y es lógico que los futbolistas tomen precauciones para que esta situación no los afecte deportivamente. Sería doloroso que el mundo del fútbol se pierda de competir con el Barcelona. Pero también entiendo que los catalanes buscan ser felices. Es difícil imaginar qué sucederá, solo ellos saben cuál es el camino que han emprendido y no conocemos aún cómo terminará esta historia. Mi deseo es que vivan en paz.