El coronavirus relativiza la vida (y el fútbol)

Mikel Arteta dio positivo por Coronavirus

Mikel Arteta dio positivo por Coronavirus. (AFP) / sport

Jordi Cruyff

Jordi Cruyff

Con el fútbol y nuestras vidas paralizados por el coronavirus, cuesta muchísimo reflexionar sobre los últimos acontecimientos ocurridos en este deporte a riesgo de que te tomen por frívolo. Sin duda, esta epidemia nos está ayudando a relativizar todo lo que nos rodea y a situar en la cima de la pirámide aquello que realmente deberíamos tomarnos en serio, dejando de lado las cosas que realmente no importan, incluidos debates, discusiones o incluso insultos carentes de sentido. En el fútbol y en la vida.

Hace escasos días (¡parece una eternidad!) me sorprendió el enorme ruido mediático que generó la eliminación del Liverpool en la Champions en manos del Atlético de Madrid. Hasta el extremo de ver titulares en la prensa británica, inspirándose en la frustración de Jürgen Klopp, que cuestionaban ferozmente a los de Diego Pablo Simeone por su estilo de juego.

Entiendo la frustración del Liverpool, porque fue de largo el mejor del partido en Anfield y en absoluto nos hubiera sorprendido que el cruce hubiera acabado en 3-0 a favor de los reds, pero no comparto ese empeño en censurar al Atleti. Cuando un equipo como el Liverpool te somete tanto, no te quedan muchas opciones que no sea defenderte con todo.

Y si hay un equipo capaz de sacar toda la casta, disciplina y carácter en el campo para extraer ese tipo de resultado es el Atlético de Madrid. Los colchoneros tienen una capacidad mental a prueba de bombas para aguantar hasta el último suspiro del partido y salir vivos de una encerrona como la de un Liverpool, que tiene dominadas todas las facetas del fútbol moderno, jugando a un tempo espectacular, dinámico y atlético en sus transiciones ofensivas y defensivas. Solo me sorprendió que el Liverpool se hundiera tras el primer gol de Marcos Llorente, porque va en el carácter de los equipos ingleses tener petróleo hasta el final y no venirse abajo en las adversidades.

Sé que el estilo del Cholo tiene sus detractores, pero cada club pose un ADN determinado. Y en el caso de los atléticos, marcados por su carácter luchador, Simeone es el encaje perfecto. Igual que en el Barça no cuadraría un tipo de entrenador que no casara con sus valores y su estilo de fútbol de posesión y ofensivo.

Hasta hace escasos días, la eliminación del Liverpool daba mucha fe a equipos que necesitaban la Champions a modo de motivación para salvar la temporada. Me refiero al Barça o al Real Madrid, ambos titubeantes en La Liga, y que posiblemente veían en la salida de uno de los grandes favoritos un nuevo aliciente para mantener la tensión competitiva. Pero de momento nos quedaremos con la incógnita de sus eliminatorias contra el Nápoles y el Manchester City. Y, sinceramente, ni siquiera importa en un momento en el que todos estamos sumidos una gran incertidumbre donde el fútbol, y los debates muchas veces vacíos que genera, han pasado a ocupar un lugar residual en las preocupaciones de la ciudadanía. ¿Acaso no debería ser siempre así?

Lo mejor

Wayne Rooney y los jugadores que han alzado la voz contra las autoridades del gobierno británico y la Premier por la lentitud en su respuesta. Los profesionales del fútbol de élite también son personas preocupadas por su entorno y quieren evitar a toda costa ser fuente de contagio de sus seres queridos. Tienen fuerza mediática y pueden servir de ejemplo en pleno llamamiento a la responsabilidad social.

Lo peor

La respuesta de la Premier a destiempo. El positivo de Mikel Arteta dejó a los responsables del fútbol inglés entre la espada y la pared cuando parecían dispuestos a mantener a toda costa la jornada del pasado fin de semana. Rectificar es de sabios y al menos han reaccionado antes que el gobierno británico, contrario a seguir las pautas de otros países.