La Copa de Coutinho

Coutinho es el fichaje más caro de la historia del Barça. El club blaugrana pagó el pasado mes de enero 120 millones de euros fijos (más 40 de variables) al Liverpool por la incorporación del crack brasileño. El futbolista llegó al Camp Nou como el relevo natural de Iniesta, que a final de temporada se va a la liga china. Y con un sueño: ganar títulos. Mañana sábado tendrá la oportunidad de conquistar el primero: la Copa. Y jugando de titular. Porque a pesar de llevar solo poco más de tres meses en la plantilla, su calidad ya ha convencido a Valverde. Lógico, ya que se trata de un futbolista con un talento enorme y con unas características que le han hecho encajar perfectamente en el estilo del Barça. Y en el vestuario. 

Coutinho sabe que se le juzgará por su rendimiento, aunque el precio de su traspaso influirá (y mucho) a la hora de hacer las valoraciones. Lo mismo que le sucede a Dembélé. El brasileño, sin embargo, tiene una ventaja con respecto al francés: la experiencia. Dembélé. más joven e inexperto, ha temblado en más de una ocasión en el campo por el peso de la camiseta y la responsabilidad. Coutinho, no. Coutinho ha entendido perfectamente el rol que tiene asignado en el equipo y está dispuesto a seguir el guión al pie de la letra. Especialmente a partir de la próxima campaña, donde ya lucirá todos los galones de crack. 

En la final de Copa de mañana, ante el Sevilla, Coutinho podrá demostrar en un gran partido (estos meses no ha podido jugar Champions) de lo que es capaz. Será su primer escaparate. Será sometido a escrutinio. A un marcaje especial por parte de todos los socios y aficionados blaugranas. Y del entorno. A ver si cumple con las expectativas...