Conjugar bien el verbo en pasado

"Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar”. Una canción de Joan Manuel Serrat siempre es un buen árbol al que arrimarse y cobijarse cuando a una le supera el entorno. ¿O debería escribirlo en plural? Dejémoslo así. Lo cierto es que las últimas semanas ha sido difícil agarrarse a buena rama porque el tsunami azulgrana es de los que hacen época. ¿O sería más oportuno añadir una ‘s’ al fenómeno metereológico? Punto y seguido. Lo que está claro es que los finales de unos y otros parece que los haya escrito el ama de llaves de Rebeca.

Mientras Arturo Vidal firmaba definitivamente por el Inter, laArturo Vidal firmaba definitivamente por el Inter salida de Luis Suárez Filtrados los documentos, lo que cobra e iba a cobrar y las conversaciones de lo que dio de sí su mal examen de italiano y una supuesta visita a una mansión cercana a la de Simeone, el adiós del uruguayo del FC Barcelona empeora por momentos. 

Afinar en la última jugada

En esta última prueba, que supone el final del tercer mejor goleador de la historia culé, deberían conjugar bien el verbo en pasado y acabar con un test de diez minutos como el de la Universidad de Perugia. Desde la llamada de Koeman diciéndole que no contaba con él, hemos pasado por el ‘me voy’ y el ‘me quedo’ de su mejor amigo, tres amistosos sin ser convocado y los infinitivos destrozados. El alud de datos que me han llegado sobre su rendimiento desde que fichó por el Barça hasta hoy, en claro descenso, son tan fríos y tan reales como las circunstancias que están rodeando su despedida.

El ‘pistolero’ es pasado, sí, pero también una leyenda. 198 goles en seis temporadas. Duele que el último forme parte del 2-8 pero que ello no opaque los trece títulos conseguidos en azul y grana. Etapa finiquitada. Aquí no es necesario que pase control alguno porque el del Barça está más que aprobado. Pero, por favor, conjuguen entre todos bien los verbos. Sería una pena suspender el último examen por un pretérito imperfecto. 

Aún añoran a Cristiano

El triste empate ante la Real Sociedad y la falta de gol tienen al madridismo de capa caída. Al que promovían hace unos meses como futuro Balón de Oro, léase Vinicius, sigue sin afinar la puntería. Benzema tampoco vio puerta . El equipo blanco transita en una gama de grises y Zidane sigue a lo suyo y con los suyos. Mientras, la prensa madrileña ya se hace eco del sentir popular: aún echan de menos a un Cristiano que lleva marcados 28 goles en 27 partidos este año. Muchas viudas dejó CR7.

El otro arte de Morata

Más allá del terreno de juego, este futbolista es un crack en el arte de quedar bien. La hemeroteca no deja dudas. 2014: “La Juve es donde quería estar”. 2016: “Mi sueño es triunfar en el Madrid”. 2017: “De pequeño me imaginaba en el Chelsea”. 2019: “El Atleti es la aúténtica felicidad desde la infancia”. Más colores que un Pantone.