Confirmado: Messi es de otra galaxia

En esta acción marcó Leo Messi el 2-0 para el Barça

En esta acción marcó Leo Messi el 2-0 para el Barça / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Noche mágica en el Camp Nou. ¡Qué digo mágica!, espectacular, brutal, estratosférica. Y cuando salen a colación estos adjetivos, evidentemente estamos hablando de Messi. De verdad, señores, si aún queda queda en este planeta algún anti-Messi, por muy madridista que sea, es que no va a aprender nunca de fútbol. Lo de ayer fue la confirmación definitiva: Messi es de otra galaxia.

Cuando el Barça estaba sufriendo por la presión y el buen juego del Liverpool, cuando el 1-0, visto lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego, ya parecía un gran resultado, Leo apareció para marcar dos goles en siete minutos y dejar al Barça con un pie y medio en la final de la Champions. Primero inventó la jugada que Suárez remató al larguero y que él reenvió a la red porque allí estaba, siguiendo la jugada. Y después, otra genialidad, la enésima: falta y gol por toda la escuadra. Total 3-0. Y apoteosis en el Camp Nou. 

MUCHOS MESSIS

Y sí, la final está muy cerca, casi la tocamos con la mano. Pero nos engañaríamos si pensáramos que ya está todo hecho. Es más, lo de ayer no tuvo nada de fácil. Fueron tres chuts a puerta y tres goles. Bueno, cuatro chuts, porque Dembélé falló un cuarto disparo facilísimo. Pero es que para lograr esta goleada, el Barça tuvo que jugar con muchos Messis. Por lo menos, tres. "LeoTer Stegen, el que más. Tres paradones suyos en el primer cuarto de hora de la segunda parte evitaron la tragedia.

Y luego, "LeoSuárez, que ha tardado un año en marcar un gol en la Champions pero lo reencontró en el momento justo y necesario. Gol de "9" puro, que para eso están los "nueves" puros y determinantes. Y luego, el remate al larguero previo al segundo gol. También Valverde tuvo algo de Messi cuando sustituyó a Coutinho por Semedo para pasar a Sergi Roberto al centro del campo y acabar con la superioridad inglesa en la zona ancha. Klopp aún no sabe lo que pasó, pero éste es el templo de Messi, por si no se había enterado.