La conexión de los Márquez

Los últimos días han sido pródigos en noticias en el entorno de MotoGP. Primero, por el anuncio de la retirada de Jorge Lorenzo. Segundo, porque Àlex Márquez protagoniza un salto que hace solo una semana era impensable, entre otras cosas porque ya tenía firmada y asimilada su continuidad en el equipo Marc VDS, y al final acabará siendo en el próximo ejercicio el compañero de su hermano Marc en el equipo Repsol Honda. Es decir, de defender el título en Moto2 pasa a conducir la moto más preciada en la categoría de las estrellas.

Àlex, que a sus 23 años ya ha sido campeón de Moto3 y Moto2, ha superado en el sprint final a todos los contendientes en un casting final vertiginoso. El mejor posicionado para heredar la moto de Lorenzo era Johann Zarco, pero la situación dio un cambio radical en las últimas horas y finalmente será el de Cervera quien se suba a la moto. El piloto, Emilio Alzamora, que es el representante de los dos hermanos, y Honda cerraron un trato en una maniobra que en HRC ven indispensable para retener a Marc, que acaba contrato en 2020 y al que no quieren que se les escape por nada en el mundo.

Por otro lado, me gustaría hacer hincapié en que estoy convencido de que Àlex ha hecho méritos más que suficientes para subirse a esta moto. Da el salto después de ser campeón en las dos categorías inferiores y ello es toda una garantía de sus posibilidades. El hecho de ser el hermano de Marc, que le ha generado una enorme presión durante toda su carrera deportiva, le ha ayudado en esta oportunidad, sin duda, pero ahora, como siempre, solo dependerá de él que sea un acierto o no. Démosle un periodo de adaptación y creo que nos va a sorprender agradablemente. ¡Suerte, Àlex!