Competitividad

Paco Alcácer, jugador del Barcelona

Paco Alcácer, jugador del Barcelona / sport

Xavi Torres

Xavi Torres

Tres ideas. La primera: si el Barça te ficha es que eres muy bueno. La segunda: vas a triunfar si haces buena la premisa de que el futbolista es la suma de su calidad más su mentalidad. Para jugar en el Barcelona los dos aspectos son fundamentales. Y tercera: como consecuencia de estas dos primeras premisas, en este club vas a ganar, casi sin despeinarte, tres de cada cuatro partidos. Para pasar a la historia hay que ganar el cuarto la mayoría de las veces. Y en esas está el vestuario del Camp Nou…

Llega el comentario para añadirse al debate sobre la profundidad de banquillo, la segunda unidad, los suplentes o como a ustedes les guste llamar a los futbolistas menos habituales. De su éxito depende también el del equipo y, por supuesto, el del Barça. Después de lo visto la temporada pasada, ¿es posible creer en un óptimo rendimiento de los teóricos no titulares? La palabra clave es ‘competitividad’. Veamos.

El fracaso del rendimiento del banquillo llega en el momento en que sus habituales residentes pierden la fe, es decir, ceden en sus motivaciones para ganarse la titularidad. Y se llega a este escenario porque el entrenador es de ideas fijas o porque se harta de ver los pocos méritos que algunos hacen para entrar en el once inicial.

No hace falta dar nombres porque cualquier simple repaso por la historia reciente ilustra la cuestión. ¿Y por qué un profesional cesa en su intento? Porque, a veces, ser humano pesa más que cualquier obligación y, a veces, lo que es imposible, es imposible. Y a partir de ahí llega la desmotivación. Con Messi, Suárez y Neymar, ¿alguien va a hacerles sombra en la delantera? Con Sergio, Xavi e Iniesta en plenitud, ¿quién se atreve a quitarles el sitio? Fichar por el Barça para no participar no es jugar en el Barça. Por mucha dedicación, por mucho tesón, por mucha moral que uno tenga lo que no puede ser, no puede ser. 

Ahora no está Neymar y cualquier delantero se anima a aspirar a ser titular. Por supuesto Dembélé (que no había querido fichar por el Barcelona un año antes), y ahora incluso sin él, Deulofeu, Arda, Alcácer… Con la edad de don Andrés, ahí están Paulinho, Denis Suárez, Sergi Roberto, André Gomes... Y, en defensa, por ejemplo, por la lucha por el lateral derecho sucede lo mismo. Verte con opciones te obliga a ir al doscientos por cien cada día de entreno. Si vas a tope, tu rival de demarcación, también, y como consecuencia, la intensidad de la sesión aumentará. Y cuan más alta sea, mejor para el equipo. Y, claro, para el entrenador.

No siempre los mejores jugadores conforman el mejor equipo pero siempre -¡siempre!- la competitividad lo mejora. No hay duda de que el nivel individual general de la plantilla ha bajado (Neymar tiene mucha culpa de ello) pero está por ver si la competición entre los jugadores acaba aumentando el colectivo. Ante el Getafe, Deulofeu, Denis y Paulinho mejoraron el plan A. Este es el objetivo. En sus manos está. Y del éxito de esta operación va a vivir el Barça porque no existe en el fútbol moderno un equipo que sea capaz de levantar títulos con once futbolistas.