La comparación silenciada entre Barça y Real Madrid

jdiaz190519221023

jdiaz190519221023 / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça cerró la Liga en Ipurúa con un entrenamiento liderado por Messi el mismo día que el Real Madrid avergonzó a su afición con una nueva derrota. La comparación entre el Barça y el Madrid en esta Liga es escalofriante: 19 puntos más, 27 goles más y 10 goles menos para el conjunto de Valverde, un récord histórico. La diferencia entre los dos equipos da una medida del bochorno que ha vivido el madridismo, que ha visto cómo con Zidane se han empeorado incluso los ya paupérrimos números de Lopetegui y Solari.

No hay precedentes de una temporada semejante, en la que hemos visto como el Real Madrid, descartado de todas las competiciones, empezaba en el mes de febrero la pretemporada más larga de su historia. En el Barça se han generado múltiples debates fruto de competir por todos los títulos: el estilo que hay que recuperar, la cantera que no se cuida suficientemente, el empequeñecimiento de Valverde en la Champions. Ahora bien, en el Real Madrid se han evaporado todos los debates, porque sencillamente ya no se jugaba nada y porque los altavoces de la capital han intentado, sin éxito, proteger a Zidane y que no se quemara tan rápidamente como lo ha hecho.

Porque lo cierto es que el Real Madrid vaga hoy por un desierto sin títulos y de momento sin expectativas, en el que arrastra los problemas del pasado sin que nadie logre atisbar un mínimo de ilusión para el futuro. La evidencia está ahí. La comparación del Barça con el Madrid, por mucho que la intenten silenciar, es el mejor resumen de la Liga que acaba de terminar. 

UNA REFLEXIÓN SOBRE CUCURELLA

El pasado verano el club decidió descartar a Cucurella y apostar por Miranda como suplente para el lateral izquierdo. Fue una mala elección, que además Valverde nunca se creyó. Ayer el Barça tuvo delante a Cucurella, en una demarcación de casi extremo, y pudo comprobar en directo la magnitud de su equivocación: ‘Cucu’ marcó un gol y jugó un muy buen partido, como ya hizo en su día contra el Real Madrid. Al canterano se le vio rápido y totalmente maduro para jugar en primera división, y con un estilo de juego ofensivo y desenfadado que encaja (o debería encajar) en el Barça.

Una vez más se demuestra que el Barça ha pecado en estos últimos años de mirar más fuera que dentro. La reflexión es sencilla: equivocarse con la cantera siempre es mucho más barato y menos traumático que hacerlo con fichajes de fuera. Y lo que vale para Cucurella, vale para Riqui Puig, Abel Ruiz, Collado o Carles Pérez, que debutó ayer.