Las cloacas vuelven a atacar al Barça

Laporta durante la presentación de Lewandowski

Laporta durante la presentación de Lewandowski / DAVID RAMÍREZ

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El mejor Barça de la historia humilló deportivamente al Madrid. El Barça del tridente formado por Laporta en el palco, Guardiola en el banquillo y Messi en el campo infligió las derrotas más dolorosas de todos los tiempos al equipo blanco. En la Liga y en la Champions. Y eso generó mucho rencor. Y mucho odio. Un rencor y un odio que siguen latentes. Por eso, ahora que el Barça ha resucitado, en la caverna vuelven a tener miedo. Pánico. Es verdad que el Madrid lo ha ganado todo. En España y en Europa. Pero quieren seguir ganando. Y, sobre todo, no quieren verse, otra vez, superados por un Barça que practica un fútbol muy atractivo y que genera una tremenda ilusión. Este Barça que están construyendo Laporta (en su segunda etapa al frente del club) y Xavi (ahora como entrenador), ha encendido todas las alarmas. Y las cloacas se han vuelto a poner en marcha.

Las informaciones que están apareciendo en los últimos días sobre contratos y salarios son, simplemente, una respuesta a la regeneración blaugrana. El objetivo no es otro que dañar la imagen del Barça, atacando a jugadores, exjugadores, exdirectivos... al club, en definitiva, con filtraciones claramente interesadas. Muy interesadas. La publicación de estos datos privados, además de ser ilegal, es imprudente, porque genera crispación. Ya sabemos que las cloacas se alimentan de esta crispación, que la utilizan para intoxicar y dividir. Y ante este nuevo, feroz y global ataque (primero Messi, después Piqué, ayer Neymar y vete tú a saber qué será mañana o más adelante), el barcelonismo debería cerrar filas y permanecer más unido que nunca. 

El Barça hizo el miércoles un contundente comunicado en el que expresaba su indignación por la filtración de documentos que forman parte de un procedimiento judicial. Y anunció que los servicios jurídicos de la entidad están estudiando las medidas oportunas a emprender. Laporta, de esta forma, defiende al club, aunque las informaciones hagan referencia a la etapa de Bartomeu. Porque el escudo está por encima de presidentes, de entrenadores y de jugadores. El escudo está por encima de las guerras fratricidas. De los ismos. La batalla contra las cloacas no ha hecho más que empezar. Cuanto más fuerte vean al Barça, más miedo le tendrán. Y más le atacarán. La única alternativa es no caer en su trampa. Y eso solo puede hacerse desde la unidad. Juntos somos más poderosos... Y una reflexión final: ¿cuándo se filtrarán los contratos del Madrid con sus estrellas? Nunca, claro...