Las claves de un nuevo (y mejor) Barça

Gavi y Araujo celebran la Supercopa

Gavi y Araujo celebran la Supercopa / FCB

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

La superioridad del Barça sobre el Madrid en la final de la Supercopa fue de tal dimensión, que forzosamente hay que situar el foco del análisis en la posibilidad de que el equipo de Xavi haya alcanzado, por fin, el punto de madurez que le permita salir de la crisis que ha tenido que gestionar.

Frases como punto de inflexión, cambio de ciclo o, más allá todavía, nueva era, expresada por Araujo como sentir del vestuario, tienen más sentido que nunca desde el domingo. Hay razones para pensar que estamos ante el paso adelante definitivo. Más que nada, por el cambio de sistema efectuado por Xavi, que ha permitido, por fin, encadenar dos victorias de prestigio en el campo del Atlético y, sobre todo, el título de la Supercopa con meneo incluido al Madrid. Ya no se puede decir que el equipo falla ante los equipos grandes. Un síntoma de que se está en el buen camino.

EL CAMBIO

Xavi lleva catorce meses en el banquillo y es la primera vez que el equipo adquiere consistencia. El entrenador ha visto claro cómo adaptar la táctica a las exigencias del fútbol actual. En los partidos grandes, cuatro centrocampistas y renuncia a los dos extremos, lo que no quiere decir traicionar ni el ADN ni la esencia del estilo. Al contrario, el Barça mantiene posesión, superioridad en el juego por dentro y gana en presión y funcionalidad. La clave de todo es que ahora Busquets y De Jong se complementan a la perfección, el holandés arropa al catalán y el catalán permite al holandés salir en la conducción sin miedo a perder ni el balón ni la posición. Por otra parte, Pedri y Gavi ponen su talento a la creación de juego y ganan en llegada al marco contrario. Al joven andaluz el rol le encaja como anillo al dedo y le convierte por calidad, capacidad de esfuerzo y recorrido en elemento todavía más decisivo. Todo ello coincide con la combinación de velocidad, potencia y colocación de Koundé, Araujo y Christiansen en defensa. Arriba, Dembélé no tan pegado a la banda arrastra defensas rivales para mayor peligrosidad de Lewandowski. En la medida que Xavi profundice en esta idea, estará la dimensión de un cambio que ya se ve muy cerca.