OPINIÓN EXPRÉS

Claudio Bravo, ¡no te vayas, por favor!

Claudio Bravo jugó este miércoles el que pudo ser su penúltimo partido con el FC Barcelona

Claudio Bravo, felicitado por sus compañeros tras detener el penalti

Claudio Bravo, felicitado por sus compañeros tras detener el penalti / sport

Lluís Mascaró

Ya sé que Ter Stegen es el futuro. Tal vez, incluso, el presente. Pero yo estaría mucho más tranquilo con Claudio Bravo en el banquillo. Por si acaso. Porque el portero chileno ha demostrado, a lo largo de las dos temporadas que lleva en el Barça, una seguridad y una solvencia incontestables. Ha sido vital en los dos títulos de Liga conquistados consecutivamente. Y se ha ganado el respeto de sus compañeros y de la afición. Pero no quiere ser suplente. Y se va a ir...

Cuando<strong> Claudio Bravo</strong> paró este miércoles el penalti que lanzó <strong>Iborra</strong>, todo el Camp Nou coreó el nombre del portero chileno. Posiblemente porque era su penúltimo partido como blaugrana. Posiblemente porque este jueves se va a Manchester a intentar cerrar su traspaso por el City de Pep Guardiola. Posiblemente porque el sábado se despedirá del Barça jugando contra el Betis en el debut de la Liga. Y posiblemente porque el club blaugrana no encontrará en el mercado un sustituto perfecto. 

En estos momentos, existe un 95 por ciento de posibilidades de que la próxima semana <strong>Claudio Bravo</strong> sea traspasado al Manchester City a cambio de 25 millones de euros. Pero si yo fuera el secretario técnico del Barça (que, afortunadamente, no lo soy) intentaría por todos los medios aprovechar ese pequeño 5 por ciento que existe para retener al portero chileno. Albert SolerRobert Fernández y hasta el propio Luis Enrique deben hacer todo lo posible (y lo imposible) para evitar que Bravo se vaya.

Y si Claudio Bravo lee, por casualidad, este humilde artículo, le envío un doble mensaje. Una petición y un consejo. La petición: ¡No te vayas, por favor!. El consejo: ¿Dónde estarás mejor que en el Barça y en Barcelona? Pues eso. Claudio, si me lees, ya lo sabes... ¡Quédate! Te necesitamos...