Un clásico que llega en mal momento

Gavi, en una acción contra el Real Madrid en el último clásico

Gavi, en una acción contra el Real Madrid en el último clásico / Javier Ferrándiz

Gerard López

Gerard López

El clásico le coge al Barça a contrapié. No hay partido que no deje alguna mala noticia a Xavi en forma de lesión. No hay semana que no surja algún contratiempo vinculado al covid. Hace ya dos meses que cogió el banquillo, pero todavía no ha podido alinear un equipo que se acerque al once ideal que tenemos todos más o menos en la cabeza. 

En este contexto llega el partido de la Supercopa contra el Madrid. Con la sensación de que llega demasiado pronto para el Barça y sus jugadores más importantes. 

No estará Eric, que se lesionó cuando estaba en su mejor momento. Y jugadores llamados a marcar diferencias como Ansu y Memphis llegan sin ritmo de competición. Desde hace semanas el club vive una situación límite a nivel económico y deportivo, un escenario que se ve reflejado en el equipo. Ante el Madrid se habla de la posibilidad de que juegue Araujo, a pesar de haber sido operado hace solo unos días. O incluso de que Xavi le tenga un papel reservado importante a Ferran Torres tras dar negativo y viajar a Arabia Saudí. 

Ambos casos subrayan la situación de urgencia que vive el equipo. Una sensación que arrastra cada semana por la plantilla que tiene y porque no hay manera de tener un día tranquilo entre positivos y lesiones. No es la mejor manera de afrontar el partido ante el Madrid, un equipo mucho más hecho que además llega al duelo en una dinámica de confianza. 

Todos los condicionantes juegan a favor del Madrid. Delante tendrá un Barça que está siendo una montaña rusa y que hay que valorar sin perder la cabeza y como lo que es: un equipo en plena reconstrucción muy mermado por las bajas. En estos dos meses hay que destacar algunas aportaciones de Xavi. Entre ellas, los automatismos, cada vez más reconocibles, del 4-3-3. A pesar de que también está usando el 3-4-3, el primer dibujo parece claro que es el punto de partida de su proyecto. Otro aspecto es la consolidación de la apuesta por los jóvenes. 

Si con Koeman sacaron la cabeza Gavi y Nico, con Xavi estos han ganado peso en el equipo y han tenido oportunidades otros futbolistas como Abde, Jutglà o Ilias. Es un Barça que además ha recuperado la presión en la salida del balón de los rivales.

En el otro extremo, el de los aspectos a mejorar, está la incapacidad del equipo de mantener un resultado. Es un Barça inestable que a veces no es capaz de mantener el balón cuando tiene el marcador a favor o sentenciar los partidos. Contra el Madrid necesitará su mejor versión y ser sólido mentalmente para poder competir. Si cae al primer golpe, como ya ocurrió ante el Bayern, tendrá todas las de perder.