Un clásico con dos equipos 'tocados'

En una semana cambian las circunstancias y cambian los estados de ánimo en los equipos de fútbol. Las dos derrotas consecutivas en una semana -Levante y City-, han sumido a los blancos en una depresión y pérdida de confianza que los devuelve al nivel que ya vivimos en el inicio de temporada, donde nadie, ni los mas acérrimos, daban un duro por su equipo. 

LOS DOS LLEGAN ALGO TOCADOS

En el otro bando, los azulgranas tristes por el rendimiento que observan en su conjunto a pesar del cambio de entrenador, silban al equipo y piden la dimisión del presidente y solo horas después se olvidan de todo, por la derrota de los de Zidane en Valencia. Así, afrontamos un Clásico curioso, donde ninguna de las dos aficiones es optimista respecto a lo que hará su equipo sobre el terreno de juego. Los blancos más pesimistas respecto al resultado por como llegan y porque el Barça suele ser habitualmente en los últimos años muy superior al Real Madrid en el Bernabéu. Pero mira por donde, el Barça no está para tirar cohetes visto su nivel en Nápoles, y sus aficionados desconfían viendo su rendimiento, más todavía de visitante. Las dos aficiones tienen malas sensaciones ante el Clásico y ven más favorito al equipo rival.

EL BERNABÉU Y LEO MESSI

A Messi no se le da nada mal el Real Madrid y suele golear en sus enfrentamientos, pero lo curioso del caso es que golea más en sus partidos en el Bernabéu, que no en el propio estadio barcelonista. Lleva 15 goles marcados en territorio madridista contra solamente 11 en el Camp Nou y es el propio Leo el que descubre el porque de esa circunstancia goleadora.

Los blancos en su estadio espoleados por sus aficionados se ven impulsados a presionar más arriba e ir a buscar al Barça al campo rival. Con ello se generan muchos más espacios en el ataque azulgrana, y ahí Messi se encuentra mucho más cómodo al no tener tantos jugadores rivales posicionados en zonas defensivas.

El Barça ha demostrado sentirse incómodo cuando no se encuentra espacios por donde atacar, debido a que los rivales -como el Nápoles- reculen en bloque y se sitúen cerrando los espacios en el último tercio de campo. Como el Real Madrid necesita de la victoria, probablemente Leo y sus compañeros de ataque se encuentran con el escenario preferido, pues si el conjunto de Zidane aprieta la salida de balón del Barça, los espacios a la espalda de sus defensores serán mucho mayores. Veremos si Messi y sus compañeros tienen la velocidad necesaria para desequilibrar a los madridistas con tantos espacios.  Escenario también ideal para el otro delantero del Barça, Griezmann, que podría encontrarse cómodo si puede buscar los desmarques de ruptura hacia la portería de Courtois.

El francés ya acumula 14 goles en lo que va de temporada y la importancia está, en que 9 de ellos han sido logrados inaugurando el marcador. De la misma manera, al FC Barcelona le sucede lo mismo que a Leo Messi, pues obtiene mejores resultados de visitante en el Bernabéu, que no de local en el Camp Nou. Ha ganado en 8 de sus últimas 11 visitas al Bernabéu, que nos parece una auténtica barbaridad, y además en sus 4 últimos partidos en territorio blanco ha ganado en los 4. 0-4, 2-3, 0-3 y 0-1 son sus últimas cuatro visitas. Es normal pues, que haya cierto pánico en el Bernabéu. 

EL PARTIDO QUE ESPERAMOS

El guión del partido que podría tener en mente Zidane, no creemos que diste mucho del que aplicó en la ida en el Nou Camp, que acabó en empate, pero donde los blancos hicieron méritos para poder haberse llevado la victoria. De entrada es posible que los madridistas igualen o superen la posesión del balón al Barça. En el partido de ida ya hubo un 52-48 % de posesión favorable a los azulgranas, con la diferencia que las posesiones blancas eran en terreno contrario y las blaugranas en el propio. Presionar arriba la salida del balón, para provocar el error y ante esa pérdida poder generar ocasiones de gol en la portería de Ter Stegen. 

Mientras que como decíamos al Barça le va más el esperar para recuperar el balón y salir con contraataques o transiciones defensa-ataque muy rápidas para no encontrar a los bancos bien armados en defensa, aprovechando así los espacios. Será clave para el desarrollo del partido que Zidane sepa frenar la zona de influencia en ataque de Messi en ataque, probablemente con la marca de Casemiro y las ayudas de Valverde o Kroos. 

MUCHOS CENTROS AL ÁREA Y POCAS OCASIONES

Ese podría ser el titular ofensivo del Real Madrid, que acostumbra a llegar mucho a zona de tres cuartos y desde allí sobre todo sus laterales lanzar centros al área que en la mayoría de ocasiones no acaban en remates sobre las parterías rivales. La falta de rematadores específicos, se fía todo a Benzema, que es un excelente jugador, pero no el típico rematador. 

Además está pasando ahora por su peor racha de la temporada en cuanto a registro goleador, pues solamente lleva  un gol marcado en liga en este año 2020. Ni Vinicius ni Bale las dos posibles opciones para acompañar a Benzema en el ataque son sinónimo de remate y gol. La otra opción de Zinedine Zidane sería plantarse en el Bernabéu con cinco centrocampistas, pero el riesgo caso de no salirle bien , sería también demasiado grande.