Clases particulares para Arthur

Arthur se ha convertido en un buen socio para Busquets

Arthur se ha convertido en un buen socio para Busquets / sport

Xavi Torres

Xavi Torres

Ochenta y ocho minutos. Ni un partido entero. Éste era el tiempo que Ernesto Valverde le había dado a Arthur para demostrar que es un futbolista con el que se puede contar. Había dejado buenas sensaciones más por lo que uno se imagina que por lo exhibido. En Liga, solamente trece minutos contra el Alavés y quince, contra el Huesca. Hasta que llegó el Girona. Primera titularidad y 58 minutos de fútbol para analizar.

Fue ubicado como interior zurdo pero se movió más como medio centro ya que Dembélé centró su posición para dejar la banda a Alba. Exhibió seguridad y solo perdió cuatro balones. O sea, actuación sin riesgo para ganar confianza con 60 pases; la mitad, a uno o dos toques (datos de Carles Doménech, de La TDT de Catalunya Ràdio), la mayoría cortos y horizontales, sin verticalidad para ganar tiempo en cada jugada y sin apenas conexión con Messi. Para entendernos, el Xavi de Van Gaal, aquel que nunca perdía un balón pero que era intrascendente en el juego del equipo.

Arthur debe mejorar el juego de posición. Con balón, no hace falta que se retrase tanto para iniciar la jugada. La salida ya es limpia con futbolistas como Piqué, Lenglet, Umtiti o, por supuesto, Busquets. En el Gremio, seguramente, hacía falta su pie; en el Barça, no. Por eso no tiene sentido verlo, en muchas ocasiones, por detrás de Gerard o Sergio. Debe encontrar su sitio más adelante para acelerar el juego entre lineas y asistir; para chutar de lejos, una de sus virtudes (lo intentó sin suerte, a los 49’) o para llegar desde atrás y sorprender (remató de cabeza, a los 47’). Jugando ahí va a ser más útil... y Messi se lo va a agadecer mucho porque le va a permitir no alejarse tanto ni tantas veces del área.

Arthur, por su dinamismo y calidad, puede ser un buen aliado de Messi si es capaz de leer el juego como le conviene al argentino. Están cerca en el campo; ahora hace falta que lo estén, también, en la frecuencia futbolística. Sin balón, jugando también más arriba, va a ayudar en la presión con menos esfuerzo. Vio la tarjeta amarilla por llegar tarde en una jugada de Aday. Debe entender que el Barça defiende corriendo hacia la portería rival, y hacerlo sin miedo a equivocarse. 

¿Es el nuevo Xavi? Desde luego tiene gestos –su pausa es gratificante– que recuerdan al extraordinario futbolista de Terrassa pero, en este momento, todavía es prematuro proclamarlo como su heredero. Atención, por tanto, a su educación porque, efectivamente, necesita tiempo para organizar su cabeza en un nuevo equipo y con un nuevo rol. Para acelerar el proceso, ¿podría Arthur ir dos días por semana a Qatar para que Xavi le dé clases particulares?