El ciudadano Piqué

No puede ser que cada vez que Gerard Piqué hable de política ciertos sectores se desordenen. Y tampoco parece muy lógico seguir con la canción de que el deporte y la política no casan. El deporte genera buenas ideas que pueden mejorar la sociedad. Su inmenso altavoz, además, dimensiona la problemática y, también, su posible solución. El deportista, hoy, tiene opinión y, por supuesto, hay que respetarla. Cultura democrática, se llama.

La interesada crítica siempre obedece a ideologías. Cuando un deportista opina lo contrario a lo que un determinado colectivo defiende suele acabar fustigado. Cuestión de colores. Política y deporte, en toda regla. Veamos. El Partido Popular ha introducido en la política con cargos públicos o presencia en las listas electorales a Ruth Beitia, Marta Domínguez, Manolo Martínez, Abel Antón, Jesús García Bragado, Sandra Myers, Niurka Montalbo, Colomán Trabado (atletismo), Miguel Reina, Fernando Gómez, Gica Craioveanu, Diego Ribas, Francisco Delgado (fútbol), Titín III (pelota vasca), Míriam Blasco (judo), Carlota Castrejana (atletismo y baloncesto) o Theresa Zabell (vela), entre otros. Todos ellos porque tenían ideas y energía para servir a la sociedad. Muchas gracias.

Como el Partido Socialista, con Pepu Hernández (baloncesto), José Javier Hombrados, Álvaro Ferrer (balonmano), Fermín Cacho, Natalia Rodríguez (atletismo), Gervasio Deferr (gimnasia), Dori Ruano (ciclismo), Julián Rodríguez Santiago (fútbol) o Mª José Rienda (esquí), actual Presidenta del Consejo Superior de Deportes. O Ciudadanos, con Javier Imbroda (baloncesto), Albert Crusat (fútbol) y Miguel Ángel Martín Perdiguero (ciclismo).

O Oscar Peñas (judo), por Podemos. Y seguimos. Xabier Errekondo (balonmano) y Pedro Martínez de Eulate (pelota vasca), por Bildu; Julián Gorospe (ciclismo), por el PNV; Oleguer Presas (fútbol), por Crida por Sabadell; Prudencio Induráin (ciclismo) e Idoia Jiménez (taekwondo), por Unión del Pueblo Navarro; Albert Jorquera, Felip Ortíz (fútbol) e Iván Tibau (hockey patines), por CiU; Elena Moreno (atletismo), por el Partido Regionalista de Cantabria; Miguel Tarín (baloncesto), por Plataforma por Cataluña; Eva Sánchez (patinaje), por UPyD; Tomás Reñones (fútbol), por el GIL.

Incluso independientes que fueron alcaldes, como Paco Martínez (fútbol). O, por supuesto, Pep Guardiola (fútbol), cerrando las listas de Junts pel Sí, en 2015. Solo son algunos ejemplos. Seguro que hay muchos más. Pero todos ellos no deberían ser juzgados por su pasado o por sus creencias sino por su gestión como elementos políticos.

Respecto a Piqué, en fin, respeto y tolerancia. Al fin y al cabo, solo se trata de hacer un buen uso de la democracia.