Cinco alegrías y una preocupación

El Barça de la nueva normalidad golea en Mallorca (ES)

El Barça de la nueva normalidad golea en Mallorca

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El primer objetivo del Barça en esta atípica reanudación de la Liga era ganar en Mallorca. Y ganó, con solvencia además. El segundo, tener y transmitir buenas sensaciones después de tres meses de inactividad. También cumplió el objetivo. Podríamos concluir que sacó un sobresaliente en el marcador y un notable alto en el juego y el estado de forma del equipo. A modo de primer diagnóstico, el Barça dejó cinco alegrías y una preocupación. Veamos: lo mejor de todo, Messi. Como siempre, sí, de acuerdo.

Pero esta vez no había antecedentes de una ausencia tan larga en plena temporada. Pues bien, Messi volvió fino y trascendente. Dos asistencias y un gol. Organizando a lo Xavi y buscando al remate a lo Leo de toda vida. No hay lugar para las dudas, Messi regresa fuerte, motivado y en forma. Justo como lo necesita el equipo para tener posibilidades de doblete. 

Los lugartenientes

Messi merece mención especial. Pero también tuvo destacados lugartenientes a su lado que presagian lo mejor de cara a este ‘tour de force’ que nos espera. Alba protagonizó la segunda alegría del día. Centro de mucha clase en el gol de Vidal y la firma del tercer tanto cual artillero de profesión. La recuperación del lateral, socio preferente de Messi, es básica. Tercera alegría: Braithwaite: perfecto en su papel, activo, incisivo, rematador. Sabe para lo que le quieren y cumple con creces. Una gran alternativa para Setién. Cuarta satisfacción: Arturo Vidal. Fuerza y potencia para el centro del campo, que en este final de Liga inesperado se antoja imprescindible. Enchufado y buen llegador ante el gol. Va por delante de Rakitic.

Quinto subidón: Suárez. El mejor ‘fichaje’ posible. Demostró que la lesión está superada y seguro que irá a más. En el otro lado de la  balanza, una sola laguna: Griezmann sigue sin arrancar. Estuvo oscuro, sin avanzar en un proceso de adaptación que ya debería tener superadísimo. Le cuesta ajustar sus condiciones al sistema ofensivo del equipo. Lo intenta, trabaja, pero no alcanza este punto de trascendencia para el que se le fichó. Es preocupante porque el equipo le necesita.