Christensen y una venta impopular

Xavi da indicaciones a Christensen en el clásico de Liga ante el Real Madrid en el Camp Nou

Xavi da indicaciones a Christensen en el clásico de Liga ante el Real Madrid en el Camp Nou / AFP

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Del rendimiento ofrecido este curso por todo el elenco de la primera plantilla azulgrana quizás, solo quizás, el que más ha sorprendido es Andreas Christensen. Algunos citarán a Balde. Lícito. Pero si nos atenemos al ratio 'expectativas-realidad', el danés lo está 'petando'. Sobre todo por ese tramo final de temporada que hizo con el Chelsea, ese halo de misterio que ni el propio Thomas Tüchel era capaz de explicar.

El escandinavo desapareció de las convocatorias del conjunto blue. Al parecer, por unos problemas estomacales que ni siquiera tenían una baja médica que los acreditara. Otras fuentes hablaban de una especie de miedo escénico en las citas importantes. Mucha habladuría que lo único que generaba, con su fichaje siendo un secreto a voces a falta de oficialidad, era incertidumbre entre el barcelonismo.

De hecho, no sería ni ventajoso ni desconsiderado decir que de todas las incorporaciones que se realizaron el pasado verano es la que menos ilusión despertaba. Con Kounde, Piqué, Eric Garcia y Araujo pocos auguraban a Christensen muchas chances de consolidarse en el once de Xavi.

UN 'ICEMAN' QUE NO COMETE ERRORES

Andreas fue 'víctima' de las rotaciones de Xavi en el inicio. Y de un primer tramo de curso muy bueno de Eric, claro. Entre eso y que Jules Kounde se estaba terminando de poner a punto tras ser operado en Estados Unidos de unos problemas en el pubis, hubo un baile importante en la posición de central.

Un patrón, eso sí, siempre se repetía. Cada vez que saltaba al verde, el escandinavo no cometía ni un error. Calculador, frío, fiable. El ex del Chelsea se empezaba a ganar el respeto de propios y extraños. Con esa pose de 'iceman', de hombre imperturbable, iba enlazando exhibición con exhibición. Tras estar ocho partidos fuera por lesión en octubre, regresó mejor que nunca. Sin Araujo, aún era más vital su concurso.

DOMINANDO TODAS LAS FACETAS

Los últimos cuatro meses del danés son puro caviar. Impoluto en la salida. Mucho más que eso, sus pases verticales y conducciones superando líneas se han convertido en generadores de ocasiones partido tras partido. Lejos del pase de seguridad, el danés sabe cuándo arriesgar.

Potente, un pulmón y con un juego aéreo (buena fe dan sus casi 1.90 metros) que lo hace infranqueable. Silencioso, sin salidas de tono. De hecho, el escandinavo no da entrevistas. No es nada amigo del aparato mediático y solo comparece cuando es estrictamente necesario (léase actos de UEFA, con su selección, etc.). Lástima que haya caído lesionado con su selección y se pierda el próximo clásico copero. Baja sensibilísima.

UN MOVIMIENTO PURAMENTE ECONÓMICO...E IMPOPULAR

Ahora bien, de forma sutil ha empezado a sobrevolar una opción. Más bien una sensación. Algo que se antoja a todas luces impopular. A sus 26 años, Andreas es uno de los mayores activos de mercado del equipo ahora mismo. El hecho de que llegara a coste cero implica que no hay amortizaciones de por medio y que el beneficio en caso de venta sería neto.

Viendo las 'burradas' que se están pagando por centrales en el fútbol actual (87 por Maguire, 85 por De Ligt y Van Dijk, 80 por Lucas Hernández, casi 70 por Rubén Días...), todo hace indicar que llegarán (probablemente están llegando) ofertas de 50/60 'kilos'. En el actual contexto económico del club, que nadie descarte esa operación. Más aún con esa llegada pactada de Íñigo Martínez, central zurdo puro.

Un movimiento que sería muy impopular, pero que permitiría al club un ingreso neto que sería como agua de mayo. Ni el propio Íñigo ni cualquier otro central que pueda llegar alcanzarán más que probablemente el nivel que está teniendo Andreas. Vaya por delante. Un movimiento pura y exclusivamente económico. Mejor ni saber la opinión de Xavi...