Un chollo llamado Dani Alves

Xavi llamó a Dani Alves para que regresara. Ni siquiera tuvo que pedírselo el brasileño que en octubre ya se ofreció al club que le emplazó a volver a reunirse en el mes de noviembre. Tenía tantas ganas de volver que en menos de 12 horas todo cristalizó. Las condiciones del Barça son del agrado del mejor lateral de la historia del club y uno de los mejores de la historia porque no tiene dudas de que se ganará la continuidad más allá del próximo mes de junio. No es que Alves sea el que ostente la ficha más baja de la plantilla es que cobrará como si fuera un juvenil, una cifra que se incrementará en caso de cumplir con los bonus por rendimiento que establece su contrato. 

Alves se quedó fuera del Mundial de Rusia en 2018 por la lesión del ligamento cruzado que sufrió estando en el PSG. Fue de lejos el momento más duro de su carrera. Desde entonces se propuso llegar a disputar el Mundial de Qatar y para ello tuvo propuestas en los últimos meses que le permitían seguir jugando hasta diciembre de 2021 y además hacerlo al máximo nivel: Internacional de Porto Alegre, Pachuca mexicano y Mónaco que seguía esperándolo hasta la semana pasada. Salió del Sao Paulo tras seis meses de impagos en las nóminas. Su objetivo era regresar a Europa y su sueño, como no deja de repetir, volver a vestir de azulgrana.

El primer fichaje de la era Xavi genera dudas e ilusión a partes iguales. Ha sido el más brillante y decisivo en su posición y no podrá igualar aquella versión pero en seis años no ha habido recambio para él. El riesgo es evidente pero el beneficio puede ser mucho mayor. Un competidor nato que tiene menos de un año para convencer a Tite de que es mejor que Emerson Royal, al que el Barça se sacó de encima para hacer caja dejándonos con la duda de si sería el que se asentaría en el puesto.

Cuando vuelva a jugar en enero llevará seis meses sin competir pero no inactivo. Ha llegado a Barcelona en plena forma, tiene un preparador físico y un fisioterapeuta que le acompañan desde hace años. El cuidado de su dieta y hábitos le llevan a hacerse análisis a menudo para tenerlo todo bajo control y a comer carne roja de forma muy esporádica. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, que donde fuiste feliz alguna vez no debieras volver, pero el lateral y el entrenador dejan atrás la melancolía de un pasado glorioso para convertirla en fervor puro. Siete años después el Barça se encuentra con una ganga que no podía desaprovechar: volver a unir el cerebro de Xavi y el gen ganador de Alves, el futbolista que más títulos ha levantado.