El chantaje de Dembélé al Barça

Dembélé continúa ejercitándose al margen de sus compañeros del Barça

Dembélé continúa ejercitándose al margen de sus compañeros del Barça / FCB

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El pulso que Dembélé (y sus representantes) le está haciendo al Barça es injusto. Totalmente injusto. El futbolista debería mostrar un agradecimiento reverencial por el club que le ha estado mimando (y pagando) a pesar de sus continuos problemas físicos y sus constantes faltas de profesionalidad. Y en lugar de aceptar la renovación pensando en un futuro brillante como blaugrana, busca una inmerecida mejora de contrato y amenaza con irse libre el próximo verano. Su objetivo (y el de sus representantes) no es otro que el de protagonizar un ‘pelotazo’ en forma de prima de fichaje. Y ante este chantaje, el Barça debería plantarse. Como hizo hace unos meses con Ilaix Moriba: o firmas o a la grada.

Es cierto que el equipo va corto de talento en ataque. Y que Xavi considera que Dembélé puede marcar diferencias y hasta convertirse en el mejor extremo del mundo. Prescindir del delantero francés podría parecer un lujo… pero el trato que el futbolista (y sus representantes) está dispensando al Barça en estos momentos no debería quedar impune. Hay que proteger al club de la mala praxis de muchos agentes/asesores que lo único que buscan es enriquecerse sin tener en cuenta los intereses deportivos de sus clientes. El presidente Laporta no dudó a la hora de castigar a Ilaix, a pesar de que empezaba a ser un jugador muy importante para Koeman. Tampoco debería dudar con Dembélé, que aún está siendo más desagradecido que el canterano.

Porque es impresentable que Dembélé exija más dinero para quedarse en el club cuando durante más de cuatro años (esta es su quinta temporada) su aportación futbolística ha estado muy por debajo de su precio (105 millones de euros fijos más 40 en variables) y de su salario. Solo ha disputado 121 partidos (pocos de ellos completos) y se ha perdido la friolera de 100 encuentros por diferentes lesiones (un total de 13). Sus problemas físicos han venido acompañados (o han sido consecuencia, según algunos especialistas) de episodios de indisciplina, que han puesto en entredicho el comportamiento profesional del delantero. ¡Si hasta llegó una hora tarde a la cena con toda la plantilla que pagó Pedri el pasado miércoles!

El Barça le ha protegido y le ha perdonado demasiadas veces. Siempre esperando una resurrección que nunca llega. Y Dembélé, en lugar de agradecerlo con compromiso, paga ahora este trato tan especial con un chantaje inaceptable. Como dice el refrán, cría cuervos...