El Celta de siempre: golpes bajos y retranca gallega

Taboada retrata con ironía la mala estrella del club y el fatalismo vigués desde la primera persona

Gustavo López

Gustavo López / EFE

Dídac Peyret

Dídac Peyret

La última vez que estuve en Vigo fue para cubrir un Celta-Barça. Fue el último pero no el primero. Y del partido no recuerdo lo más mínimo. Lo que sí recuerdo muy bien fue el lío que monté horas antes del vuelo de vuelta. No entraré en detalles pero pongamos que lo único que no me olvidé en el hotel fue al fotógrafo. 

Ese mismo día tuve tiempo de pasearme por la zona de Churruca y descubrir un bar que llevaba el nombre de una canción de Golpes Bajos, una de mis bandas favoritas. Hace dos años me enteré de su cierre con algo de tristeza en La Voz de Galicia. “La fiesta de los maniquíes se apaga para siempre”, titularon.  

El cantante Germán Coppini salió de malas maneras de Siniestro Total pero encontró en Golpes el mejor sitio para sus letras sombrías y ese costumbrismo desesperanzado tan suyo y tan de Vigo.

En palabras del músico Ivan Ferreiro “una forma de ver el mundo coppiniana, o un mundo que, aunque te abrace, te acabará dando un par de golpes bajos para que espabiles”. 

Golpes al igual que el Celta forman parte del paisaje sentimental de Vigo. Y ese mismo pesimismo preventivo está también muy presente en el libro Como siempre, lo de siempre de Lucía Taboada. Queda claro en este finísimo pasaje familiar. 

“El que se va, el que se esconde, es mi padre. No importa porque el Celta siempre le termina alcanzando. No quiere saber nada hasta que la pelota deja de rodar. Entonces asoma la cabeza por la puerta y con un finísimo hilo de voz pregunta si perdimos. Nunca es un ‘¿Ganamos?’ Porque en esto del celtismo el vaso siempre se ve medio vacío”. 

'Como siempre, lo de siempre' retrata con ironía la mala estrella del club y el fatalismo vigués desde la primera persona

Taboada es alguien que casi pierde la vida por el Celta. Y no de una manera figurada o porque el único título que haya podido celebrar sea una puta Intertoto. No. Literalmente dos cohetes, colofón de la presentación del equipo, impactaron en una de las gradas en la que se encontraba.

“Ya en el hospital, todavía con el susto en el cuerpo, apareció el entonces presidente Horacio Gómez, y nos soltó una frase memorable: ‘No lo hicimos a propósito’, dijo. “Hombre, pues menos mal”, respondió mi padre. 

Como siempre, lo de siempre (Libros del K.O.)

Como siempre, lo de siempre (Libros del K.O.) / Lucia Taboada

Para Taboada, A Coruña es la niña bonita de Galicia y Vigo, la amiga maja, pero sobre todo la amiga obrera. Hay en todo el libro un lamento desencantado pero sin dramas.

Hay más retranca gallega que sentimentalismo para explicar la frustración de estar permanentemente rozando la hazaña. 

“Si el roce hace el cariño, la hazaña debe querer muchísimo al Celta porque llevamos décadas rozándola, acariciándola y haciéndole cosquillitas en el sofá. A la hazaña, estoy segura, le hemos provocado algún que otro orgasmo”, recuerda. 

“Hay dos cosas que se le han dado históricamente mal al Celta: la economía y la suerte. Y cómo no vas a querer a un equipo con el que te puedes sentir tan identificado”, destaca en otro guiño autobiográfico.

Pero Taboada también recuerda que hay grandeza en la derrota, aunque lo más bello sea siempre lo que no se ha tenido.

“Pienso que el fútbol nos compensará, que de hecho ya nos ha recompensado en muchísimas cosas. Que de habitar en algún sitio, la felicidad no la hace la nostalgia. Que asaltaremos el castillo porque foso ya hemos tenido”. 

Ted Lasso, el fútbol amable (Apple TV+)

'Ted Lasso'

'Ted Lasso' / La serie de Apple TV+

'Ted Lasso' es una de esas series que se hacen grandes por el boca a oreja. Lo que empezó como un proyecto sin grandes pretensiones se ha convertido en un éxito gracias al magnetismo de su protagonista.

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Una situación que provocará situaciones tronchantes, en parte gracias a un inspirado Sudeikis, que ha ganado el Globo de Oro 2021 a mejor actor de serie de televisión de comedia.

En tiempos de pandemia se agradece un personaje que transmita el optimismo de Ted en una serie con el reconfortante efecto 'feel-good-comedy' de las buenas sitcoms