Las dos caras del Barça de Xavi quedan en evidencia

Impotente en Europa por cuarta vez... y dominador en LaLiga

Xavi Hernández, en Old Trafford

Xavi Hernández, en Old Trafford / EFE

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

El contrasta es brutal. El equipo de Xavi parece que tenga una doble personalidad. Dominador en la Liga y decepcionante en Europa. Todo lo contrario que el Real Madrid, segundón en el campeonato nacional pero brillante en la Champions donde se transforma de forma milagrosa. El Barça europeo continúa sin dar la talla cuando tiene delante un rival de categoría como se demostró en Old Trafford. Nadie puede discutir que tuvieron una actitud positiva pero les faltó intensidad, velocidad y fuerza. El rival los superó poniendo una marcha más tras el descanso y fue entonces cuando se acusó más las bajas de Dembele y Pedri.

Contra equipos inferiores marcan diferencia. Contra los grandes quedan en evidencia. Es una realidad indiscutible. La trayectoria liguera en cuanto a resultados es elogiable, no tiene rival. Otra historia es mas allá de los Pirineos, donde la condición física del equipo no está a la altura en los momentos decisivos. En seis partidos, no han sido capaces de ganar ni uno solo a Bayern, Inter y Manchester United.

Los fantasmas europeos continúan. Con Xavi como entrenador han sido eliminados cuatro veces en dos años. Mal balance, dos temporadas sin ser competitivos a nivel internacional deseado. El prestigio deportivo del club lo paga, la tesorería lo sufre. El primer año podía tener explicación ya que se venía de tocar fondo. Pero volver a caer en la primera fase de Champions y ser eliminado en la primera ronda de la Europa League merece una autocrítica profunda. El equipo crece pero tiene lagunas. Progresan, pero no suficiente. De nada sirve presumir de una buena primera parte si luego se hunden en la segunda. Encajar cuatro goles en dos partidos contra el United confirma que tenemos una defensa de ir por casa que tiene problemas cuando se enfrenta a rivales de talla. Quedar fuera de Europa en el mes de febrero, hace muchos años que no sucedía.

De la inversión realizada el pasado verano se podían esperar mejores resultados europeos. Se realizaron ocho fichajes por valor de 153 millones para reforzar un equipo que andaba cojo en muchas posiciones. La defensa se ha solidificado pero en la delantera falta continuidad y regularidad. La estrella Lewandowski no brilla como al principio porque juegan poco para él, cae a banda para entrar mas en juego cuando lo suyo es pisar área y rematar a gol. Raphinha es intermitente en su juego, brillante cuando está inspirado y prescindible cuando desconecta. Ansu Fati no consigue ser el de antes, esperamos que Ferran no sea flor de un día.

Toca olvidarse de Europa y centrarse en Liga y Copa. No hay excusas ahora para luchar por dos títulos que colmarían las aspiraciones de esta temporada. Después del mazazo de Old Trafford, ganar en Almería y Madrid sería una forma de demostrar que el potencial del equipo de Xavi a nivel nacional es imparabl