Cara y cruz de Busquets: único titular en la Roja, suplente en el Barça

Sergio Busquets, en el banquillo

Sergio Busquets, en el banquillo / Javi Ferrandiz

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Cómo han cambiado las cosas en nueve años! En el Mundial de Sudáfrica del 2010 donde Iniesta marcó el golazo de su vida, el Barça era el club hegemónico en la selección campeona del mundo. Más de medio equipo, siete jugadores concretamente, Piqué, Puyol, Iniesta, Villa, Xavi, Pedro y Busquets, fueron titulares indiscutibles para Vicente del Bosque en la gran final. Eran los años gloriosos de Pep Guardiola como entrenador del Camp Nou. Un año antes su equipo había sido el primero del mundo en ganar seis títulos (todos los disputados) en una misma temporada. Nunca hasta entonces la Roja había sido tan blaugrana. Algunos llegaron a decir que era una fotocopia del Barça, ya que impusieron el tiki taka como sistema de juego en una etapa inolvidable en la que ganaron dos Eurocopas y un Mundial. También merece destacarse un hecho revelador, de los siete titulares  del Barça, cinco eran valores surgidos de la cantera. ¡Qué tiempos aquellos!

Nueve años después las cosas en la selección han cambiado mucho. En el once titular que anoche se enfrentó a Noruega en Oslo, sólo había un titular barcelonista, Busquets, paradójicamente suplente en el equipo de Valverde los últimos partidos. Un récord de mínimos. En la nueva generación del fútbol español que se forjó con éxito en la selección Sub-21, no hay ningún jugador barcelonista. La explicación la podemos encontrar en que el Barça ha apostado por jugadores extranjeros, prueba de ello es que en la alineación actual más de la mitad no son seleccionables para la Roja: Ter Stegen, Semedo, Lenglet, Arthur, De Jong, Messi, Suárez, Griezmann y Dembélé. Por otro lado, hasta la aparición espectacular de Ansu Fati, los jugadores de la Masia han perdido protagonismo en la plantilla de forma manifiesta. De aquel equipo de once canteranos que un día alineó Tito Vilanova al actual, media un abismo.

La secretaria técnica del Barça, por razones difíciles de entender, se ha olvidado en los últimos años del mercado nacional sin prestar la atención que merecían jugadores emergentes como Rodri, Ceballos o Fabián que se han tenido que ir al extranjero para triunfar. Este problema también lo acusa el Real Madrid que se parece al Barça, solo tiene un titular en el equipo de Roberto Moreno , el superviviente Sergio Ramos. Un dato curioso y significativo, en la selección que anoche jugó para clasificarse para la Eurocopa la alineación hizo historia; once jugadores de once clubs distintos. Lo nunca visto, los grandes ya no imponen su ley.

Busquets en la Roja sigue siendo básico a pesar de que en el Barça ha perdido la vitola de indiscutible que le ha acompañado tantos años. Tiene mucha competencia en la plantilla, los años comienzan a pasarle factura y Valverde ha decidido que no hay vacas sagradas, todos tienen que ganarse el puesto se llamen como se llamen. Le queda el honor de que es el único superviviente de la España que ganó la Copa del Mundo hace nueve años en Johannesburgo aunque esto, por otro lado, significa que a sus 31 años sus posibilidades de llegar al Mundial de Qatar 2022 están en el alero. Piqué, que siempre es el más listo de la clase, con 31 años decidió la pasada temporada renunciar a la selección y esto le permite centrarse en el Barça y sus negocios tenísticos. 

KIPCHOGUE, UN RÉCORD DE LABORATORIO

El deporte es esfuerzo, sacrificio y constancia. Pero el deporte del siglo XXI también es tecnología, marketing y business. Desafiar los límites del ser humano es un reto excepcional, correr los 42,195 metros de la maratón en menos de dos horas ha dejado de ser un sueño para convertirse en realidad. Eliud Kipchoge, atleta keniata de 34 años, 57 kilos y 1,67 de altura, recordman mundial de la prueba mas famosa del mundo con un tiempo de 2 horas, 1 minuto y 39 segundos, bajó de las dos horas ayer en Viena en una prueba hecha a su medida. Un marca que no será homologada ya que es un récord de laboratorio  que se consiguió en unas circunstancias muy especiales.

Un coche marcaba por delante el ritmo de récord con un laser proyectado en el asfalto. 41 corredores de renombre hacían de liebre para tirar de él. El recorrido era un circuito plano al que debía dar cuatro vueltas. No había control antidoping. Nike preparó unas zapatillas especiales con una placa de fibra de carbono y un potenciómetro regulable. Más que una carrera fue un experimento que terminó con éxito. Una demostración donde puede llegar la preparación exhaustiva de un atleta y la tecnología de última hora. La prueba fue patrocinada por el millonario ingles Jim Rattcliffe, propietario de la marca Ineos, la recompensa para el keniata fue de muchos millones. Nike también ganó la carrera, en pocos días lanzará las zapatillas mágicas de Kipchoge al precio de 250 euros. Una gran operación de marketing  que ha batido record de visionados en las redes sociales en una demostración de que el atletismo puede ser espectáculo y show a la vez. La maratón, convertido en un experimento de laboratorio, ha tenido mas impacto que el Mundial de Doha.