Nuevo capítulo de la decadencia del Barça

El Barça cayó ante el Bayern y jugará la Europa League

El Barça cayó ante el Bayern y jugará la Europa League / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La dramática decadencia del Barça vivió anoche otro capítulo. Tal vez el definitivo. La eliminación de la Champions, aunque fuera previsible, es tremendamente dolorosa. Porque pone en evidencia la triste realidad de un equipo que ya hace demasiado tiempo que no es competitivo. Soñar con una victoria en Munich era creer en un milagro. Y este Barça, por mucho que se empeñe Xavi, no está para ningún tipo de gestas. Es un Barça perdedor que necesita una auténtica revolución. El nuevo técnico tendrá que reconstruir la plantilla para iniciar un nuevo proyecto. Porque muchos de los futbolistas que hay en el vestuario ya no están al nivel que necesita un club que aspira a ser campeón.

Y eso no es solo un problema de la desastrosa gestión de Bartomeu, como insinuó Piqué en la rueda de prensa previa al partido, sino también del pésimo rendimiento de bastantes jugadores, que deben salir de la entidad el próximo verano. El ‘traje’ que Lewandowski le hizo precisamente a Piqué en el primer gol del Bayern no tiene nada que ver con los errores (que fueron muchos) del anterior presidente. O tal vez sí. Porque renovó a varias ‘vacas sagradas’ con contratos exageradamente largos y con salarios obscenamente desfasados que ahora se han convertido en una rémora para la imprescindible transformación total y absoluta del equipo.

El Barça dijo oficialmente adiós a la Champions anoche con la derrota ante los alemanes, pero el KO se lo había ganado a pulso el conjunto blaugrana con su pésima fase de grupos. Solo dos goles en seis partidos y ambos ante el Dinamo de Kiev, el colista. No puede esperarse nada mejor de este Barça. Y Xavi deberá tomar decisiones drásticas para mantener la poca ilusión que les queda a los socios y aficionados. Apostar descaradamente por los jóvenes. Apartar a veteranos que ya no merecen vestir la camiseta blaugrana. Y exigir a Laporta fichajes de garantías.

El Barça necesita una estrella sobre la que edificar el futuro. Sin Messi (que, por cierto, hizo un doblete con el PSG), el barcelonismo se ha quedado sin referentes a los que agarrarse. Y, lo que es peor, el equipo se ha quedado sin gol. Y sin gol es imposible ganar partidos. Ni siquiera en la Europa League, la competición que ahora tocará disputar. Porque Xavi quería que el Barça hiciera historia ganando su primer partido en Munich. Y el Barça hizo historia, pero de la mala: el club no pasa a octavos de final de la Champions por primera vez en 20 años. Una tragedia que costará asimilar y superar.