Capitán (y líder) en la sombra

Solo la edad juega en contra de Luis Suárez. El delantero cumple su quinta temporada en el Barcelona y a sus 32 años ha demostrado que los goles solo son una parte de lo que ofrece al equipo. Siendo un goleador, Suárez es mucho más que eso porque se ha convertido en un transmisor de la ambición que le hierve por la sangre a un equipo que bien podría actuar con la barriga llena. Suárez es fruto del sufrimiento y, tal y como asegura en esta entrevista a Dídac Peyret, ha aprendido al lado de Messi a disfrutar del fútbol. 

Sin embargo, no ha perdido ni un ápice de la ambición con la que llegó. Y recordemos que lo hizo después de morder a un rival. Y llegó a un equipo que vivía de rentas, que había acabado  una temporada en la que consiguió solo la Supercopa de España y dejó escapar lastimosamente la Liga en una final en el Camp Nou contra el Atlético. Suárez ha activado al Barcelona y, cuatro años después, aún mantiene esta ambición contagiosa. Al mismo tiempo, sigue siendo el referente ofensivo. Messi es el genio. Suárez es el líder en la sombra.

Como cristiano Ronaldo

El papel del uruguayo al Barcelona es similar al de Cristiano Ronaldo cuando estaba en el Madrid. Su rabia, su ambición, su deseo se transmitía al resto de sus compañeros porque, como Cristiano, es de esos jugadores con jerarquía para abroncar a un compañero. Cristiano les reñía por no pasarle un balón; Suárez, por ejemplo, por ser individualista o vago, defectos que no entiende. Puedes fallar pero no anteponer tus intereses a los del equipo. Es un liderazgo que se percibe también en el vestuario donde le echa un cable a su amigo Coutinho o a Dembélé, siendo el confesor de Messi o el mejor aliado de Piqué o de Alba.

Suárez es un capitán en la sombra y solo tiene el problema de la edad porque, a diferencia de Messi, es un jugador para quien el aspecto físico es tan importante como el técnico. Suárez es quien está guiando al Barça hacia otro año triunfal y el culpable de que hoy el equipo esté soñando en la conquista de otro triplete. Queda mucho pero Suárez lo ve posible. Y si él lo dice...