La cantera requiere paciencia

Ansu Fati y Riqui Puig siguen en dinámica del primer equipo

Ansu Fati y Riqui Puig siguen en dinámica del primer equipo / VALENTÍ ENRICH

Jordi Cruyff

Jordi Cruyff

Lo ideal en cualquier trabajo de cantera es cultivar la materia prima que tienes en casa en lugar de buscar jóvenes con potencial fuera. Pero siempre hay un componente de azar que te imposibilita acertar al 100%. De entrada, tienes que ser plenamente consciente de que habrá años de buena cosecha y otros de sequía, es un trabajo que requiere paciencia y acierto a la hora de detectar y cultivar el talento. El Ajax era plenamente consciente de que tenía en su academia dos chavales como Frenkie de Jong y Matthijs de Ligt con un futuro prometedor, y durante un par de temporadas evitó fichar refuerzos en sus posiciones que obstaculizaran su progresión. Pero esta estrategia es más fácil en un club como el Ajax que en un Barcelona, condicionado por la máxima exigencia doméstica y europea.

Sin embargo, sí considero fundamental tener un filial bien posicionado a la hora de subir futbolistas al primer equipo. Dar el salto de 2ªB a Primera División obliga a dar dos pasos demasiado grandes y muchas veces vertiginosos. Por eso ha sido una grata sorpresa ver a Ansu Fati, Riqui Puig o Ronald Araujo debutar en el primer equipo con desparpajo y sin miedo. Me atrevería a decir que han sido una de las grandes noticias del Barça esta  temporada y también contra el Sabadell.

Tener a un Barça B en Segunda División era crucial para que se den más casos de futbolistas debutantes sin que a nadie le tiemble el pulso. De lo contrario, siempre tendrá más garantías reclutar a un Trincão forjado en la primera categoría de la liga portuguesa que un chaval que no ha pasado del tercer escalón del fútbol español. En una Segunda División aprendes a defenderte en campos históricos contra jugadores con experiencia en Primera. Es una plataforma imprescindible para facilitar el paso la élite. El Barça B lleva demasiado tiempo sin subir de peldaño.

Contra el Alavés fue un motivo de celebración ver un once titular con tres jugadores del filial: Ronald Araujo, Riqui Puig y  Ansu Fati. Pero se interpretó como una cuestión de pura necesidad forzada por lesionados y suspensiones. Con el primer equipo disfrutando de una semana de vacaciones, se hace difícil entender por qué todos estos jugadores no se han sumado a sus compañeros del filial en el playoff de ascenso. Si Araujo firmó un buen partido contra el Badajoz, contar con los ‘refuerzos’ de Riqui Puig o AnsuFati hubiera supuesto un plus en un partido reñido.

En tiempos de recortes en el fútbol debido a la crisis del Covid-19, muchos equipos como el Barça se apoyarán con más motivo en sus canteras. Por eso conviene blindar el talento emergente. Pero sería un error apostar todo a los jóvenes como si fueran los ‘fichajes’ más importantes de una temporada. Supondría una presión excesiva en su crecimiento. A un chaval le tienes que dar margen de error, no puede recaer sobre sus hombros la responsabilidad de todos los éxitos del equipo. Siempre tendrán altibajos, la paciencia es parte del proceso.

ME GUSTA: Chapeau a La Liga por haber logrado finalizar la temporada. Es cierto que el caso del Fuenlabrada ha supuesto empaña un poco la conclusión de los campeonatos, pero ese episodio también pone de relieve lo exigente que era culminar la liga en medio de una pandemia y con la actual amenaza de rebrotes. Y por eso también toca aplaudir la labor de las personas responsables del cumplimiento de los protocolos.

NO ME GUSTA: El cruce de acusaciones entre clubes, La Liga y el Consejo Superior de Deportes en el caso Fuenlabrada. Una vez más, se ha echado en falta más discreción a la hora de buscar responsables. De nada sirve airear reproches en público cuando estamos hablando de un asunto tan serio que no solo condiciona la competición, también la salud de las personas.