La cantera por cupo solo lleva al fracaso

Ernesto Valverde durante un entrenamiento del FC Barcelona

Ernesto Valverde durante un entrenamiento del FC Barcelona / EFE

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

Cantera, cantera y más cantera. Nada como intuir época de vacas flacas en la primera plantilla para recurrir al fútbol base como elemento generador de ilusión. Pobre recurso. Y además de corto recorrido ya que el talento ni se impone ni se genera por prescripción facultativa.

Es flagrante que la primera plantilla del Barça ha hecho un mal uso del talento de la cantera en las últimas temporadas. De la misma forma que si hay un técnico que sabe a la perfección lo que es dar oportunidades a los jóvenes jugadores, no es otro que Ernesto Valverde. El quid de la cuestión casi siempre es el mismo: ¿existen futbolistas con capacidad y carácter para ganarse un sitio en la primera plantilla? ¿El técnico de turno tiene el valor necesario para darles minutos y confianza ante la mirada atenta de los ilustres consagrados que quedan relegados?

A la primera pregunta, la respuesta, en el caso del Barça, es sí. No se puede dudar de la cantera, aunque tampoco se puede ni debe exigir una cuota por temporada. El descenso del filial enciende una alarma que a duras penas puede mitigar la Youth League del juvenil.

La otra cuestión es bastante más delicada. Valverde, en su segunda temporada y con el aval del doblete, tiene galones más que suficientes para adoptar decisiones que conlleven cierto riesgo. Y si alguien se enfada...

Olvidémonos de los ejemplos de Pep con los Busquets, Pedro y compañía. Es agua pasada y, por desgracia, hoy en día es un ejemplo irrepetible. Vayámonos a la realidad de la plantilla de Valverde y encontremos el equilibrio entre las carencias y la oferta real procedente del Barça. Apostar por un bloque de canteranos parece un suicido, pero ignorarlos con fichajes de bajo perfil casi es una provocación. Nada de cuotas pero sí un poco más de valentía.