La cantera del Barça necesita reinventarse

Aleñá con Gerard durante un entrenamiento

Aleñá con Gerard durante un entrenamiento / Valentí Enrich

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

El Barça tiene que replantearse seriamente el tema de la cantera bajo la premisa de que los jugadores formados en casa tienen que tener un papel importante en el primer equipo. Es triste comprobar cómo en los últimos años la aportación de jugadores de La Masia ha sido nula. El Barça B ya no hace el papel de trampolín. Demasiados juveniles, una vez cumplidos los 16 años, optan por marcharse a clubs extranjeros ya que no vislumbran futuro para jugar un día al lado de Messi. No es comprensible ni lógico que ganen la Champions juvenil y después ningún jugador consiga ser titular en el Camp Nou. Se invierten muchos millones en la formación con un objetivo que no se cumple: ser la cantera del primer equipo.

Los tiempos cambian y métodos que antes funcionaron ahora se revelan caducos. Es urgente y necesario que el club se plantee a fondo el problema de la cantera con pragmatismo y realismo. Hasta los 16 años La Masia hace un trabajo excelente, tanto a nivel deportivo como formativo. Después la cosa cambia. El salto del juvenil al B no funciona, se rompe la cadena y llegar al Camp Nou como lo hicieron Busquets, Pedro o Sergi Roberto parece imposible. No es culpa del entrenador del primer equipo, es mala planificación del fútbol base en una edad donde jugar cada domingo es imprescindible. El club debe crear una comisión para resolver el problema, también tiene que replantearse el sentido del Barça B, que no puede ser otro que promocionar jugadores de la casa. En una palabra, la cantera tiene que reinventarse.